“A veces hay que soñar la vida y construir el sueño, si no seríamos una especie de hoja que cae de un árbol y que el viento lleva de un lugar a otro, sin destino”, dijo ayer iniciando su discurso el presidente del Banco San Juan, Enrique Esquenazi, cuando por la tarde entregó distinciones a los empleados del banco que canalizan su compromiso social a través de su labor en la fundación de la empresa. También hubo reconocimientos a los jóvenes que fueron favorecidos por las Becas Universitarias, tanto para hijos de empleados como para el público en general. Del acto también participaron la gerente de la sucursal, Silvina Bellantig y los directores Julio Nacusi y Luis Chirino, entre otras autoridades.

Enmarcado dentro de los programas que Banco San Juan impulsa desde hace tiempo, como “La Fundación en tu sucursal”‘ y “Empecemos por los otros”, cada coordinador de programa expuso su proyecto social. En este sentido, uno de ellos, Germán Maratta, que encaró el “Proyecto Huerta Escolar Orgánica” para el establecimiento Pedro Cortínez, ubicado en el departamento Santa Lucía, explicó que “es uno de los grandes desafíos tomar a la escuela como un todo, donde exista una formación principalmente arraigada en los valores y en este caso basándonos también en el desarrollo de una economía saludable y sustentable que llegue a los más chicos”.

Sobre el final y a modo de corolario, Esquenazi arengó a los más jóvenes de la empresa a intentar permanentemente buscar la superación personal y profesional: “En la vida se debe tener metas, fijarse objetivos, tener sueños. Algo que en definitiva les permita todos los días luchar para conseguirlos buscando el mejor camino. Esto les va a permitir sacar lo mejor de sí, pero para ello deben competir y esforzarse, sin descuidar que todo en esta vida tiene esa cuota de suerte que permite alcanzar esos objetivos que se trazaron en algún momento”.