Buenos Aires, 10 de mayo.- Lo que era un secreto a voces se confirmó una madrugada de domingo y de un modo contundente: Darío Giustozzi anunció que se fue del Frente Renovador y disparó sin contemplaciones contra el espacio que ayudó a cimentar.

El intendente de Almirante Brown (con licencia efectiva) era uno de sus precandidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires y aportaba un significativo caudal de votos en el distrito bonaerense.

"Estoy decepcionado por tantos errores y contradicciones. Es una situación que me apena. El Frente Renovador involucionó, se desnaturalizó, perdió su esencia original, su fuerza renovadora, su frescura. Tuvimos cambios para mal. Y hay algunas circunstancias que lo agravan, como la falta de una organización nacional", argumentó Giustozzi en declaraciones al diario Clarín.

Para el jefe de bloque del FR, el espacio que en 2013 se posicionó como una fuerza política de peso, "en lugar de crecer, se achicó". Y hoy ofrece opciones que tienen que ver "más con un pasado que con el futuro".

"En el massismo hay algunos personajes nocivos, perversos y con influencia creciente y que hacen que yo no pueda estar un minuto más en un espacio así. El cinismo y la hipocresía no las tolero. Prefiero el ostracismo político antes que perder mi dignidad", disparó.

El contragolpe massista llegó rápidamente a través de la diputada Graciela Camaño, quien esta mañana se expresó con dureza e hizo un anuncio: "Somos una fuerza política, no el reservorio de tibios individualistas como Giustozzi. El lunes elegimos nuevas autoridades porque lo vamos a echar del bloque".