El comienzo de clases para muchos es sólo sinónimo de compra de uniforme, mochila, útiles escolares y otros elementos, y olvidan que cada chico debe contar con todos los cuidados relacionados a su salud. Tener las vacunas al día, llevar una buena alimentación, dormir unas 8 horas y hacer ejercicio es fundamental para mantener en perfectas condiciones su sistema inmunológico. No hay que olvidar que la escuela es el ámbito donde los pequeños pueden contraer muchas enfermedades.
Una de las claves consiste en realizar un chequeo general y no esperar las cartillas obligatorias para el ingreso a determinados niveles para hacerlo. Esta decisión no sólo es preventiva sino que además ayuda a un mejor rendimientos escolar.
Para los niños y niñas de entre 5 y 6 años es fundamental que reciban 3 vacunas: la Sabin (contra la poliomielitis); la Triple Viral (contra el sarampión, la rubéola y la paperas), y la Triple Bacteriana (contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa).
En tanto que los chicos de 11 años tienen que aplicarse la Triple Bacteriana Acelular (contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa); la vacuna contra la Hepatitis B (iniciar o completar esquema de 3 dosis), la Triple Viral (contra el sarampión, rubéola y paperas). En este último caso completar esquema de 2 dosis.
Para las nenas solamente la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH, para prevenir el cáncer de cuello de útero).
Un caso especial es la vacuna contra la fiebre amarilla que sólo se coloca a niños que residen en zonas de riesgo, con un refuerzo a los 10 años de la primera dosis.
Sin dudas, que el comienzo de clases es un buen momento para recordar que hay vacunas para todas las etapas de la vida y que todos los miembros de la familia deben estar vacunados.
Es fundamental aplicar todas las dosis sugeridas teniendo en cuenta que los chiquitos son especialmente susceptibles a las enfermedades. A veces no suelen lavarse las manos, comparten utensilios y objetos personales, y se llevan todo a la boca.
Al ingresar a la escuela, entran en contacto con muchos otros chicos y adultos, y por lo tanto están más expuestos a diferentes enfermedades.
"Los menores de un año son los que más se vacunan y junto con el grupo de 5 y 6 años alcanzan cerca del 95 por ciento de cumplimiento de las vacunas establecidas en el calendario. Luego ese porcentaje baja muchísimo en todo el país porque al comienzo los padres llevan periódicamente los chicos al pediatra que son quienes insisten y recuerdan las vacunas, pero después dejan de hacerlo. No hay que olvidar que la vacunación es fundamental, más cuando los chicos comienzan la escuela, porque entran en contacto con más gérmenes. Un consejo para los padres es que lleven a sus chicos a un control para saber si su crecimiento marcha bien, si están bien alimentados, entre otros aspectos", comenta Ivana Torres, pediatra y jefa del Programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública de San Juan.
Frente al ingreso escolar las vacunas son la mejor medida de prevención, no sólo personal sino también social porque ayuda a disminuir la circulación de enfermedades.
Por ese motivo es que el Calendario Nacional de Vacunación es cada vez más completo y una de las principales políticas sanitarias, por lo que una mamá, papá o persona a cargo puede llevar a su hijo a cualquier vacunatorio u hospital público para su aplicación.
"Hasta hace un tiempo los pediatras les decíamos a los papás que podían colocar por su cuenta las vacunas contra el neumococo, el retrovirus, que ya están incorporadas al calendario. Ahora estamos esperando la de la varicela que se coloca a los 15 meses de vida, y está en vigencia desde el primero de octubre de 2013", agrega la especialista.
Más cuidados
Claro que aun teniendo el calendario completo de vacunación, es muy importante cuidar otros aspectos de la salud de los hijos a lo largo de la etapa escolar por lo que se aconseja llevarlos al pediatra aun cuando se vean sanos y no exista la obligación de presentar una cartilla sanitaria.
La importancia radica en que el médico controlará el normal crecimiento para asegurarse que se está desarrollando correctamente.
Otro aspecto fundamental es el control oftalmológico anual que permite detectar posibles problemas visuales, que de no ser diagnosticados a tiempo pueden afectar su desempeño escolar y social.
Tampoco se debe dejar de lado la salud bucal por lo que se recomienda llevar a los chicos al dentista al menos una vez al año, y promover en ellos el hábito del lavado de dientes diario para evitar caries y otras enfermedades.
Ni hablar de la salud auditiva ya que muchas veces el niño o niña presenta dificultades en el lenguaje, no hace lo que se le indica, pregunta "¿qué?" con frecuencia y escucha la televisión a un volumen muy alto. En este caso es conveniente consultar al pediatra para que analice si existe algún problema auditivo.
Una alimentación sana basada en una nutrición variada y en cantidades adecuadas para cada edad, con frutas y verduras incluidas, favorece el crecimiento y el rendimiento escolar. Del mismo modo los chicos necesitan movimiento y actividades para recrearse y desarrollar su cuerpo de forma saludable.
