Un fármaco barato y ampliamente disponible en hospitales, que ayuda a controlar el sangrado excesivo, podría salvar la vida de miles de víctimas de accidentes en todo el mundo, según científicos británicos.

El ácido tranexámico (ATX) es un medicamento que actúa inhibiendo la ruptura de los coágulos sanguíneos y es muy útil en el tratamiento de procesos hemorrágicos severos, especialmente tras intervenciones quirúrgicas o dentales. También puede administrarse antes de una intervención quirúrgica en pacientes con algún problema de la coagulación, como la hemofilia.

Estas cualidades son las que lo convierten en una poderosa arma para evitar las hemorragias externas e internas que sufren muchas personas tras un accidente o una agresión, y la razón por la que los autores del estudio (publicado por la revista médica "The Lancet") piden que se incluya en la lista de fármacos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los investigadores estudiaron a 20.000 pacientes en 40 países y hallaron que el fármaco redujo significativamente la mortalidad, lo que sugirió que su uso rutinario podría prevenir hasta 100.000 muertes por año en todo el mundo.

El medicamento, un genérico sin patente fabricado por varias compañías, cuesta alrededor de 4,50 dólares por gramo.

El estudio, titulado CRASH-2 y elaborado por los profesores Ian Roberts y Haleema Shakur, recuerda que cada año más de un millón de personas mueren por heridas sufridas en la calle y resalta que los accidentes de tránsito son el noveno

motivo de muerte a nivel mundial.

Más del 90 por ciento de estos accidentes suceden en países pobres y en desarrollo, donde la lentitud y deficiencia de la asistencia de emergencia y del posterior tratamiento hacen que la tasas de víctimas mortales sea especialmente alta. La respuesta, según las conclusiones del informe, es la fibrinolisis, el proceso que impide la formación de los coágulos sanguíneos y contra el que el ATX actúa con eficacia al inhibir la enzima que desencadena ese problema vascular.

Para fundamentar sus conclusiones, los autores de la investigación realizaron un estudio de campo, con 20.000 adultos de 274 hospitales en 40 países. Los participantes recibieron una inyección de un gramo de ATX, seguido de otro gramo de esta sustancia en un gotero, en la mitad de los casos, y de un placebo, en la otra mitad.

El resultado fue que el ATX redujo el riesgo de muerte en un 15 por ciento en comparación con el placebo y que el 4,9 por ciento de los pacientes tratados con ATX fallecieron, frente al 5,7 por ciento de los que recibieron en placebo como segunda supuesta dosis del fármaco coagulante.

La hemorragia o sangrado excesivo es responsable de alrededor de un tercio de las muertes por trauma en hospitales y también puede contribuir en las muertes por fallas multiorgánicas.

El profesor Roberts destacó que "cada año unas 600.000 personas se desangran hasta morir en todo el mundo a consecuencia de heridas que pueden ser accidentales, como accidentes de tráfico, o intencionadas, como tiroteos, apuñalamientos o explosión de minas, y la mayoría de muertes ocurre poco después del suceso".

"La mayoría de muertes en personas heridas ocurren en los países en desarrollo y resultar herido es una de las principales causas de muerte en jóvenes adultos en todo el mundo", añadió.