Un sujeto que por las mañanas trabaja de empleado rural y por las tardes de remisero trucho en la zona Este de la provincia, fue detenido ayer sospechado de intentar violar y robarle el celular a una nena de 10 años que había usado su servicio de transporte para volver desde Tupelí, en 25 de Mayo, hasta Capital, dijeron fuentes policiales.
El sospechoso no fue identificado. Tiene 37 años, es casado, padre de cuatro chicos y vive en 25 de Mayo. El juez José Atenágoras Vega (Cuarto Juzgado de Instrucción) ordenó a los policías de Seguridad Personal dirigidos por el subcomisario Alfredo Luna y el principal Oscar Sombra, meterlo preso, por las pruebas que confirmaban las sospechas instaladas por la nena, precisaron las fuentes.
Todo pasó el 2 de mayo pasado en la tarde. Los investigadores aseguran que aquella vez, el padre de la nena la mandó desde su casa en Chimbas a dejar un repuesto para un vehículo de su abuelo que vive en Tupelí.
Para llegar -explicaron- la niña se fue con un tío hasta Caucete y de ahí se manejó con remises truchos para llegar hasta la casa de su abuelo. Lo mismo hizo cuando volvía, hasta que recordó que debía traer unas cremas para su madre y se volvió.
Fue en ese regreso definitivo que se subió al Volkswagen Gacel rojo del sospechoso, que levantó a una pareja en Santa Rosa y la dejó en 9 de Julio. En la Policía aseguran que al salir de ese departamento y ya por la ruta 155, el sujeto se metió a un callejón, manoseó e intentó sacarle la ropa a la niña, quien se defendió y salió del auto hasta esconderse.
En el forcejeo -dijeron- el remisero le robó del celular, salió a buscarla y se fue porque empezaba a avanzar la noche. Luego la nena llegó a la ruta pidió ayuda y pudo llegar a su casa. Al otro día, su padre puso la denuncia.
Ayer, el remisero quedó muy complicado: tenía el celular robado a la víctima y los pesquisas constataron otros precisos datos aportados por la niña, como su aspecto físico o la ropa que llevaba puesta ese día. Es más, había dicho que el auto rojo tenía un destornillador para trabar el vidrio de la ventanilla del acompañante y el vehículo aún tenía esa herramienta en la puerta.
