Un preso de 21 años autorizado a salir de la cárcel por su buen comportamiento, protagonizó ayer un hecho delictivo muy apartado del manual de cómo dar el golpe y salirse con la suya sin ser atrapado. Robó, pero al huir se fue directo hacia una sede policial, lugar del que, obviamente, no pasó, informó la Policía.

Ese golpe con ninguna fortuna lo protagonizó un joven identificado como Leonardo Emanuel Salcedo, oriundo de la Villa Seminario, Rivadavia. Según fuentes policiales, alrededor de las 9 de ayer golpeó a Ernesto Brizuela (25) y lo derribó de su bicicleta playera para robársela en inmediaciones de avenida Córdoba y Las Heras, en Capital.

Su primera parte del plan funcionó, porque consiguió el botín y en el acto emprendió un escape por Las Heras hacia el Norte. Después de casi 1 kilómetro recorrido, el sospechoso bien pudo pensar que había conseguido su objetivo, pero esa eventual suposición estuvo lejos de concretarse.

Sucedió que, enseguida, la víctima pudo dar cuenta del robo que había sufrido y aportar las descripciones elementales para poder localizarlo.

Y para los uniformados esta misión no resultó para nada complicada, porque el sujeto enfiló derecho hacia el lugar menos indicado para sus intereses: la sede del Comando Urbano en Las Heras y 25 de Mayo. De allí no pasó. Fue apresado por los oficiales Rafael Pérez Ríos, Osvaldo Thebault y los agentes Diego Gómez y Emanuel Ferreira, informó la Policía.