¡Que noche Teté! Llegó hace tres fechas para encarrilar el rumbo y todavía no pudo plasmarlo. Con el de ayer Quiroz sumó su segundo partido afuera, no sólo sin ganar, sino que tampoco convierte. Está abajo 5-0 en goles saliendo de casa, con un rendimiento bajo, sin claridad y con poco peligro ofensivo. Porque los cuatro tantos que le propinó a Italiano en Concepción, fueron ante un equipo descendido y que ni ganas tuvo de jugar.

Ayer perdió con justicia, ante un rival directo, que hacía tres partidos no ganaba y se levantó cuando en lo anímico estaban para el cachetazo, pero ni ese aspecto fue capaz de aplicar este San Martín que tuvo un resbalón muy grande y que no se puede volver a repetir más si quiere volver a Primera.


1-Incontrolables

Desde el inicio del juego ya se notó un Verdinegro diferente, sin encontrar su posición en lo individual dentro de la cancha, perdiendo el medio campo, la pelota y desprotegido en el fondo. Ello fue rápidamente aprovechado por Instituto, que con Godoy y Romero hicieron y deshicieron de tres cuartos para adelante.


2-Las manos mágicas

De no ser por Luciano Pocrnjic (uno de los pocos que mantiene su nivel del año pasado) y sus atajadas vitales, la Gloria podría haber hecho mucho más que dos goles. Ahogó un par de mano a mano, e incluso en el segundo tanto tuvo una gran tapada. Mientras que San Martín en la primera mitad sólo tuvo un tiro libre de Becerra y en el complemento dos tibios intentos de Galarza y Sánchez.


3-No hay cambios

En definitiva, las falencias de este Verdinegro de Teté y al que tenía el de Hrabina son muy parejas. Cuando le quitan la pelota lo complican a tal punto de perderse en cancha, se queda sin respuesta, los volantes recuperadores y los creadores no son tales, y lo escaso que genera lo despilfarra fácilmente. Incomprensible en un equipo que tiene aspiraciones de ascender.