El pasado 7 de mayo, Día de la Minería, se cumplió exactamente un año desde la firma del convenio de cooperación y asistencia recíproca entre el Gobierno provincial y ocho municipios mineros de San Juan. Cualquier proyecto puede ser desarrollado en el marco de este convenio, firmado con Angaco, Valle Fértil, Albardón, Jáchal, Iglesia, Calingasta, Sarmiento y San Martín. Pero los más utilizados desde mayo de 2008 a la fecha, fueron los correspondientes a los programas nacionales de planes sociales y huellas mineras. Sin embargo, el desarrollo de los proyectos se vio fuertemente limitado por la crisis financiera internacional. Este fue el motivo que convirtió al convenio minero en una especie de red de contención para las emergencias que sufre el sector desde mediados del año pasado. Especialmente en los departamentos donde se desarrolla la minería de pequeña y mediana escala. Y también en aquellos donde las inclemencias climáticas generaron una situación difícil durante el último año.
Los pequeños municipios mineros, junto con los pequeños y medianos productores, utilizaron los proyectos para hacer frente a la crisis. Utilizaron los fondos recibidos de la Nación, a través de la Secretaría de Minería, para financiar obras privadas y públicas.
Esas tareas no podían ser afrontadas con capital propio del municipio o particulares, menos aún en el marco de falta de inversión que impuso el conflicto financiero internacional. “La financiación de los proyectos quizás no haya ayudado tanto a crecer a los distintos sectores. Pero ha colaborado a sostener la productividad y la infraestructura de los pequeños y medianos productores mineros de San Juan”, expresó Franklin Sánchez, director del Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Minería de San Juan.
Aquellos departamentos donde se desarrolla la gran minería (Calingasta, Iglesia, Jáchal) poseen una situación diferente. Esto se debe a que reciben grandes inversiones en materia de huellas mineras y capacitaciones por parte de las empresas multinacionales que albergan. “Las grandes empresas mineras favorecen al desarrollo infraestructural y comunitario de la zona donde trabajan. El convenio de cooperación beneficia al pequeño y mediano sector minero de estos grandes departamentos, ayudándolos a mantenerse y crecer”, comentó Sánchez.
El convenio firmado hace poco más de un año implicó un gran avance en materia de agilidad administrativa. Sentó las bases necesarias para que los proyectos presentados por los municipios, en busca de financiamiento nacional, tuvieran una pronta respuesta. “A través de este convenio sólo hace falta un acta para dar nacimiento al proyecto. Al estar ratificado por el gobernador de la provincia, no es necesario que pase meses esperando ser firmado junto con muchos otros expedientes en Casa de Gobierno”, explicó Sánchez. Y agregó: “De esta manera me ahorro esperar hasta seis meses para comenzar a trabajar en cada proyecto”.
Las bases del convenio permiten financiar cualquier tipo de proyecto (público o privado) que no supere los 75.000 pesos de inversión. Deben tener como objeto el desarrollo la actividad minera de los municipios involucrados.
