El 23 de enero de 1989, 43 miembros del grupo guerrillero de izquierda Movimiento Todos por la Patria coparon el Regimiento de Infantería 3 de La Tablada, en Buenos Aires, y lo que siguió fue uno de los enfrentamientos más cruentos de la historia argentina. En él participó el sanjuanino David Ayllón (foto), quien entonces era Cabo de Infantería, tenía hombres a cargo y fue enviado desde La Plata, donde estaba apostado, para encabezar uno de los movimientos del Ejército adentro de la base tomada. Ayllón estuvo varias horas peleando en la primera línea de fuego y caminando entre cadáveres. Sufrió muchas heridas, lo dieron por muerto, lo rescataron de una explosión, lo visitó el entonces presidente Raúl Alfonsín en el hospital y fue condecorado por sus acciones de esa jornada. “Para mí -contó- fue como si hubiera estado cuatro días ahí adentro. Es que la adrenalina te invade por completo. Ves volar pajaritos como si fueran en cámara lenta”.

El copamiento había comenzado temprano, poco antes de las 6 de la mañana. Primero intervino la Policía de Buenos Aires, que hizo un cerco en torno al regimiento, y de inmediato hubo un despliegue militar que puso en alerta a todo el país. Ahí estaba Ayllón. En la parte más caliente del combate, un misil le explotó a unos centímetros y lo hizo volar cuatro metros. Cuando cayó, lo dieron por muerto. Pero alcanzó a mover los dedos en pleno aturdimiento, y así lo rescataron metiéndolo en un tanque de guerra. Se despertó casi dos días después en el hospital Churruca. A su novia embarazada (hoy su esposa) le habían dicho que él había fallecido combatiendo en La Tablada. Así que el reencuentro fue lo único que pudo contrapesar tanta tragedia, por la que, contó luego, “estuve casi cuatro meses con ese olor a sangre y a muerto en la nariz”.