Entre los argentinos que se acercaron a despedir los restos de Néstor Kirchner crecía un interrogante: ¿Por qué fue velado a cajón cerrado? Ante la ausencia de explicaciones oficiales, la prensa porteña especulaba que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner quizás haya preferido velarlo a cajón cerrado para resguardar la imagen de su esposo. Es decir que la mandataria pudo haber querido evitar que la última imagen de su marido, siempre intentando mostrar fortaleza, fuera en un cajón mortuorio.

Es probable "que la familia haya preferido no exhibirlo" para cuidar su última imagen, porque "Kirchner tuvo una muerte natural", explicó a DIARIO DE CUYO el médico forense, Alejandro Yesurón. Otra de las hipótesis es que el cuerpo del ex mandatario no habría pasado por el proceso embalsamamiento para ser trasladado en avión desde Santa Cruz hasta la ciudad de Buenos Aires.

En ese sentido, Yesurón sugirió que "muchas veces los familiares evitan embalsamamientos para no agredir al ser querido. La conducta humana más coherente es dejar el cuerpo en paz. Prefieren evitar prácticas que algunos consideran aberrantes".

Agregó que cuando hay que trasladar a un cadáver a otra provincia "debe ser embalsamado. Pero la mayoría de los familiares se opone a estas prácticas. Entonces la única alternativa es a cajón cerrado".

Según la prensa porteña, el cajón vino a Buenos Aires soldado y completamente sellado desde la ciudad santacruceña de El Calafate, donde murió el ex presidente. Según fuentes de la Casa Rosada, el miércoles pasado hubo en El Calafate un velatorio más íntimo y a cajón abierto.

Desde que falleció el miércoles después de las 9 hasta que fue trasladado a las 23 en avión con destino a Buenos Aires, los restos habrían estado al descubierto unas 16 horas. "Hasta unas 24 horas se puede velar con relativa tranquilidad los restos de un difunto, dependiendo de las condiciones de su muerte y del clima", explicó Yesurón.

Se mencionaba la posibilidad de que los restos no hayan podido haberse embalsamado tal vez por las carencias propias del lugar en el que ocurrió el deceso. O quizás se haya rechazado un embalsamamiento por tratarse de un procedimiento por demás invasivo para el cuerpo, informaba Urgente 24.

Este proceso al que habrían sido sometidos los cuerpos de Mercedes Sosa y de Raúl Alfonsín para soportar largos velorios consiste en sellar los orificios naturales del cuerpo humano y llenar de compuestos químicos los tejidos suaves del cuerpo para que adquieran una rigidez sólida. El color de la tez que será expuesta (como la cara, el cuello, el pecho y las manos) reciben una aplicación de colorantes líquidos externos aplicados con brochas para dar la falsa impresión de vida.

Otro dato que trascendió es que el del departamento de protocolo de presidencia rechazó el presupuesto que se elevó para que Kirchner tenga unas exequias similares a las de Alfonsín.

Fuentes de la Rosada indicaron además que la decisión de un velatorio a cajón cerrado pasó por parte de la presidenta para evitar las fotografías. Para evitar el morbo se decidió sellar el ataúd, evitando el embalsamamiento.