Desde Carlos Monzón, hasta ahora con Sergio Martínez, la Argentina no había tenido un campeón mundial con tanto peso en la consideración internacional. Hubo y hay grandes y buenos campeones, pero sólo aquel "Escopeta’ santafecino que arrolló a cuanto púgil se atrevió a enfrentarlo y este "Maravilla’ que en la madrugada del domingo logró ante el estadounidense Paul Williamas un nocaut espectácular consiguieron captar la atención de la prensa especializada de los Estados Unidos.
Algunos dicen que la piña que definió la pelea fue un golpe de suerte. Martínez, su entorno y quienes conocen al argentino saben que no es así. Que ese cross largo, más parecido a un swing, fue el resultado de muchas horas sentados frente al monitor mirando videos del norteamericano. Las fallas en el achique de distancia en el boxeo de Williams fueron aprovechadas al máximo por el argentino, quien en ese segundo round había ensayado tres veces el mismo golpe. En todas lo conectó, pero en la instancia decisiva lo hizo ayudado por el envión que traía Williams quien también se jugaba a meter su mano izquierda.
¿Por qué aquello de que la piña puede ser considerada un golpe de suerte? Por lo que el mismo Williams dijo a la prensa: "Estoy bien, fue un golpe solitario el que hizo la diferencia y que me costó la derrota", comentó.
Lo cierto es que, más allá de la polémica que puede despertar este inesperado desenlace, Martínez ahora cotiza en oro dentro del mercado internacional. A sus cualidades pugilísticas adosa la lucidez suficiente como para darse cuenta que esa bomba que hizo explotar en la mandíbula de Williams lo proyecta a los planos más altos del reconocimiento mundial.
Al vencer al "Castigador’ Williams, Martínez se sacó una de las espinas de su récord de 46 victorias (25 Ko), con 2 empates y 2 derrotas. El otro adversario que lo venció, el mexicano Antonio Margarito -cuando el argentino aún tenía poca experiencia internacional- viene de ser masacrado por Manny Pacquiao y no entra en la lista de posibles contendientes del maravilloso campeón nacido en Quilmes.
Justamente en el filipino Pacquiao y también el estadounidense Floyd Mayweather ha orientado su mira el peleador gaucho que en 2002 tomó la decisión de salir a buscar su futuro fuera de los límites de su patria. Es tanta la confianza que tiene en su cualidades que dijo que bajaría hasta las 156 libras (70,700 Kg) para medirse con cualquiera de ellos exponiendo su cetro mediano cuyo límite es de 72,502 Kg. No cabe duda que es un Sr. Campeón y por ello se fija límites altos. Esos que con trabajo, dedicación, e inteligencia, sabe que puede alcanzar. Si en algo se parece a Monzón es en la claridad con la que gana sus peleas. Nunca deja dudas. No da opción a sus rivales.
