El delantero húngaro, Laszlo Kiss, en el Mundial de ‘España 1982’, se convirtió en el único suplente en la historia de los torneos ecuménicos en ingresar en un partido desde el banco de suplentes y anotar tres goles.
Laszlo lo hizo en la goleada 10-1 sobre El Salvador, que es justamente la victoria más amplia en un Mundial.
Otra particularidad de aquel partido disputado el 15 de junio es que los tres goles los hizo en apenas cinco minutos.
