Por fortuna la espectacular rodada ocurrida a un centenar de metros del final de la carrera, dejará nada más que algunos magullones y golpes en las humanidades de Mauricio Graziani y Sergio Montivero. Los dos fueron asistidos rápidamente por los paramédicos que siguen la competencia y más allá del susto, pudieron luego llegar a los “bunker” de sus equipos pedaleando sobre sus bicicletas. El comentario era que al pibe Graziani se le reventó el tubo delantero y cayó. Otra versión habla de que se cruzó una mujer que quería ver la carrera. Mirando la parte media llena del vaso, lo importante es que en la rodada no sufrieron lesiones de consideración.
