Por primera vez en estas 27 fechas, Enrique Hrabina decidió el silencio tras un partido. No así algunos de sus dirigidos, que mostrando la bronca lógica por la caída sobre la hora, pronunciaron sus comentarios a la salida del vestuario visitante.

El Ruso vivió el partido con todo al costado del campo. Sin importarle el diluvio, el DT estuvo al costado del campo de juego y sobre todo en el primer tiempo se lo notó molesto por distintos fallos del árbitro Alejandro Castro. Un viejo conocido suyo pues lo había expulsado en el choque en Concepción ante Belgrano en el primer choque del año de su San Martín.

Más allá de las protestas, Hrabina dio muchas indicaciones. En el segundo tiempo movió el banco buscando el empate y entre sus méritos se encuentra el ingreso de Narváez, factor clave en el empate transitorio de Penco.

Luego, llegó la bronca y el fastidio por el tercero del jujeño. Su última imagen en la cancha fue consolar a los jugadores con una palmada en la espalda. Y a lo Coco Basile se refugió en el “silenzio stampa” que tantas veces acompañó al ex DT de Boca. Hoy o mañana seguramente lo romperá para saber sus conclusiones para esta nueva caída de su equipo.