El público dudó de la realización del Vía Crucis porque empezó a lloviznar. Pero los niños que lo protagonizaron, no. Pese a la persistentemente lluvia los chicos salieron a escena a las 10 en punto como estaba pautado, aunque con una imagen diferente a años anteriores. En esta ocasión resaltaron los paraguas entre los espectadores. Unas 200 personas presenciaron la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesús, protagonizada por los niños de la Parroquia de Trinidad. Se realizó alrededor de la plaza Almirante Brown.
Ninguno de los pequeños actores quiso refugiarse de la lluvia. No sólo se quedaron a la intemperie para actuar, sino que además rechazaron los paraguas que les ofrecieron sus padres.
El que más sufrió la lluvia y el frío fue Jesús porque hizo todo el Vía Crucis descalzo y con la cabeza descubierta, mientras que los chicos que representaron a los soldados romanos, a la Virgen, a María Magdalena y a las mujeres del pueblo actuaron calzados y con la cabeza cubierta con cascos y velos.
Este año el Vía Crucis Infantil, además, contó con una mayor participación tanto de actores como de espectadores. Esta vez se representó la escena completa de cuando Poncio Pilatos se lava las manos y condena a Jesús a morir crucificado, mientras que otros años la representación arrancó con Jesús ya cargando la cruz y luego de hacer mención a su condena. En total fueron 30 los niños que protagonizaron la representación, diez más que en la edición anterior. Es por eso que también hubo más público que en otras ocasiones, ya que se sumaron las familias de los nuevos actores.
A pesar de la lluvia los chicos no se apuraron para terminar más rápido con la representación. Lo hicieron con total concentración y realismo a tal punto que emocionaron a los espectadores que los acompañaron durante todo el trayecto.
