"Se fue en un descuido", explicaba Ramón Chávez, el abuelo. Porque cuando la mamá supuestamente limpiaba, la beba de 1 año y 3 meses andaba detrás de su hermana, su primos y un vecino jugando alrededor de esa casa de Albardón. Pero claro, la joven ni los niños no se dieron cuenta después que la criatura había tomado para el fondo. Fue al rato, en el momento que llegó la abuela que la echaron de menos. Ahí les entró el apuro por buscar a la niña. Y la encontraron, pero sumergida dentro de un pequeño desagüe a 20 metros de la vivienda.
La dramática historia registrada ayer a las 10 en la parte trasera de la casa 5, de la manzana "B" del barrio Lozano I, tuvo un desenlace fatal. Aunque Yohana Miranda (18) rescató a su pequeña hija Agustina Erima Chávez y trató de salvarle la vida llevándola al microhospital de Albardón, la niña llegó muerta, informaron en la Seccional 18va.
La nena era la menor de las dos hijas de Yohana Miranda y Manuel Chávez, un joven obrero rural que trabajaba cuando ocurrió la desgracia. Ramón Chávez -el abuelo- también estaba fuera de casa, lo mismo que su mujer, Erima Gordillo de Chávez, que había ido a cobrar. Los únicos que estaban en la vivienda eran la mamá de las nenas y su cuñada, de 13 años.
"Mi nuera me contó que la bebé jugaba con su hermana, sus cuatro primos y un vecino fuera de la casa. Ella y mi hija menor estaban limpiando adentro. No saben en qué momento pasó, pero se ve que la niña se fue en un descuido", relató Ramón Chávez. Supuestamente, los chicos no vieron cuando la pequeña se apartó y solita se fue a los fondos de la casa.
Cuando llegó Erima Gordillo, los chicos salieron a saludarla. "Es que siempre les doy moneditas cuando cobro", explicó la abuela, a quien le extrañó no ver a su nieta más pequeña. "¿Y la Agustina?, empecé a preguntar. Falta la Agustina, le dije a mi nuera. Ella tampoco sabía dónde estaba. Me entró el miedo, como que presentí algo y me fui rápido a mirar el fondo", relató. Se fijó en un pozo y luego encaró, en compañía de Yohana Miranda, al desagüe que pasa a 20 metros de la vivienda y donde desembocan todas las aguas servidas del vecindario. En eso que miraban, la mamá de la nena gritó: "Aquí está la niñita", contó Erima. La pequeña se hallaba boca abajo dentro del agua estancada. La propia joven sacó a su hija de ese cauce. "Le di aire por la boquita para reanimarla, todavía vivía. Pero después como que se cortó", relató la abuela. Aún así, salieron a la calle. Un panadero que pasaba por el lugar, auxilió a la joven con su hija y las llevó al hospital, pero la beba llegó muerta.
