Aquí nadie se anima a hablar de tendencia aún, pero han surgido en los datos de abril un notable repunte en las exportaciones del mosto concentrado, tanto en volumen como en valor, las exportaciones que vienen deprimidas desde principio de año, crecieron ese mes de envíos casi un 54 %, respecto de marzo. De 7.000 a 12.500 toneladas y de 9 a 14,5 millones de dólares. No es un dato menor para el ánimo si se tiene en cuenta que la tonelada ronda los 1.000 y 1.100 dólares según calidad, después que se temió que el derrumbe de la demanda y la abundancia de competidores asiáticos le achatara hasta los 800 dólares. Hasta ahora la caída más abrupta de las ventas se daba en los envíos a Estados Unidos (el comprador de casi el 60 % de nuestros mostos). Aquí estiman que habrá una compensación “natural”. Es que esta temporada se produjeron no más de 120.000 o 130.000 toneladas (un 55 % de las del año pasado), de manera que con poco que se sostenga la demanda los precios unitarios no debieran caer más allá de limites comprensibles a la crisis mundial. Aquí el mosto sulfitado base del año se vende en torno a 1 peso por litro, dependiendo de su relación azucarina.
