Ernesto Laclau quedó en un segundo plano y Néstor Kirchner se convirtió en la figura estelar, con arenga incluida a la militancia que se acercó para vitorear su nombre cada vez que pudo. La ceremonia de entrega del doctorado Honoris Causa al conocido politólogo sirvió ayer de corolario de las cuatro intensas jornadas del Congreso Internacional de Ciencia Política que, a modo de balance, se vivieron con una amplia prevalencia kirchnerista y una multitud de jóvenes que vino de todo el país.
Casualidad, como lo dijo el diputado nacional Juan Carlos Gioja, o no, entre los panelistas de relevancia que pasaron desde el martes no quedaron registros de opositores. En el programa original habían sido incluidos el radical Ernesto Sanz y el socialista Rubén Giustiniani, pero la actividad que debían asumir en el Senado quiso que no pudieran ser la excepción en San Juan.
El espíritu kirchnerista se multiplicó durante los cuatro días con mayoría de panelistas y disertantes afines a esa línea y ayer llegó a su punto máximo. La UNSJ organizó un protocolar acto para distinguir a Laclau y cuando todos esperaban su ponencia, sorprendió agradeciendo en menos de un minuto y se volvió a sentar para darle espacio al amplio relato que ensayó el santacruceño (pág. 2). Desde las butacas, llenas hasta más no poder, bajaron cánticos de la militancia local al mejor estilo de los actos que anticipaban alguna disputa electoral. Aunque de ese tema, el ex presidente insiste en que "no es momento".
Las palabras del politólogo, que se declara identificado con el modelo pingüino, llegaron después de un parate que se hizo para despedir a Néstor, los gobernadores y los funcionarios que lo acompañaron. Y la sala quedó por la mitad.
Más allá de las conclusiones académicas, el Congreso fue histórico. Volvió a poner a San Juan en el centro de la escena nacional y trajo a unos 2.500 jóvenes de todo el país interesados en profundizar sus conocimientos políticos. La cantidad sorprendió y desató la celebración de la mayoría de los panelistas, como Rubén Uñac, Atilio Borón y el propio Laclau. Semejante interés juvenil se valora más aún cuando a la memoria se viene el recordado "que se vayan todos" que sonó hasta no hace mucho, tras la caída y la crisis aliancista.
A las ausencias opositoras se suman las internacionales de Lucía Topolansky, la senadora uruguaya y esposa del presidente Pepe Mujica, y de la legisladora colombiana Piedad Córdoba. Por distintas circunstancias, no pudieron cumplir. Las dos exceden cualquier disputa partidaria argentina interna y por experiencia de vida y trayectoria política, acarrean un peso suficiente que le ponía valor extra a la cita sanjuanina.
