El intenso calendario electoral 2015 comenzará a bajar el telón este domingo cuando 32 millones de argentinos concurran a las urnas para elegir presidente en los comicios más reñidos de los últimos doce años y que, a priori, requerirían de una segunda vuelta, con final abierto, para definir al sucesor de Cristina Fernández.
De ser así, sería el primer balotaje de la historia en Argentina desde la reforma constitucional de 1994 que introdujo el sistema de segunda vuelta si ninguno de los candidatos logra sacar la ventaja requerida.
Según una serie de sondeos previos, el favorito indiscutido para ganar las elecciones es el candidato del oficialista Frente para la Victoria, Daniel Scioli, que llega acunado por el peronismo bonaerense que le asegura un caudal electoral clave de más de 12,4 millones de votos para inclinar la balanza.
Desde 1983, con el retorno de la democracia a Argentina, quien ha triunfado en el mayor distrito electoral del país lo ha hecho también a nivel nacional. Y desde 1987, la provincia ha estado gobernada por el peronismo. No en vano, el mayor municipio bonaerense, “La Matanza”, uno de los más emblemáticos, mayor que Italia, se conoce popularmente como “la capital nacional del peronismo”. Sin embargo, el candidato que promete construir un país mejor para todos sobre la base del modelo kirchnerista, bajar la inflación a un dígito y traer inversiones por 30 mil millones de dólares, podría quedarse a un paso del umbral que lo separa de la segunda vuelta.
Según los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional reformada en 1994, en Argentina es necesario superar el 45% de los votos o alcanzar el 40% con diez puntos de diferencia sobre su más inmediato rival para ganar de manera directa, de lo contrario deben ir a una segunda vuelta los dos más votados.
Si esta fuera el caso, los argentinos estarán obligados a volver a las urnas el 22 de noviembre próximo.
Según los sondeos previos, Scioli estaba a uno o dos de consagrarse en primera vuelta. Tan cerca y tan lejos
que habría que esperar hasta contar el último voto para tener un veredicto.
En este escenario, el candidato opositor del frente Cambiemos, Mauricio Macri, aparece como el que tiene más chances de entrar al balotaje. El tercero en discordia, y con expectativas de dar el gran batacazo a última hora, es el candidato de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Sergio Massa.
En las últimas semanas el tigrense alimentó su sueño de balotaje amparado en las encuestas que lo señalan como el único que puede vencer a Scioli en un eventual balotaje ya que cosecharía muchos de los votos peronistas que hoy le suman a Macri.
La clave para el triunfo quizá esté en los indecisos. Según un sondeo de la consultora Management & Fit publicado,
uno de cada diez electores de Argentina aún no ha decidido a qué aspirante presidencial votará hoy mientras que cerca de un 17% ya tiene decidido su voto pero declara que podría cambiar de opinión a última hora.
Sin posibilidades, según los sondeos, están los tres candidatos restantes: Margarita Stolbizer, de la alianza Progresistas, la única mujer que compite por el sillón presidencial en estas elecciones; Nicolás del Caño, por el Frente de Izquierda, y el expresidente interino (2001) Adolfo Rodríguez Saá (Peronismo Federal).
Los primeros datos significativos de la jornada electoral, la octava elección desde el retorno de la democracia, se conocerán cerca de media noche y la Justicia electoral ha pedido a los candidatos que no se precipiten para proclamar vencedores o perdedores.
“Es una característica de Scioli, la moderación, la prudencia”, responden respecto a la petición desde la campaña oficialista. Además, hasta tener resultados definitivos habrá que esperar al menos una semana ya que, tras el escrutinio provisiorio de esta noche, será la Justicia la encargada de repasar el resultado antes de proclamar un vencedor o convocar a una segunda vuelta.
