El buen momento de River en el actual Torneo Apertura no pasa específicamente por un juego vistoso, sino por la entrega que tiene el equipo que demostró en muchos partidos su garra para quedarse con los tres puntos y a ser, en este momento uno de los líderes. Y una explicación a esta más que aceptable campaña, luego de flojas temporadas completas, se basa en una de esos axiomas futboleros: a River le funciona muy bien la columna vertebral de su equipo.
El arquero, la dupla central de defensores, un volante en el medio, un volante creativo y el delantero de área pasan por un buen momento y todos, desde distintos aportes, terminaron siendo claves en al menos uno de los seis partidos que disputó hasta ahora el equipo.
El propio técnico, Angel Cappa, reconoció su adaptación a los jugadores que tiene a su cargo por encima de su tradicional línea de juego "con la pelota siempre al pie" y lo refrendó al sostener que para armar "un equipo con aspiraciones hay que empezar por un buen arquero". Y Juan Pablo Carrizo es un buen arquero.
Eso se pone de manifiesto porque este River puntero es uno de los equipos con menos goles en contra en el Apertura (apenas 4, lo mismo que Vélez y Banfield, pero tres por encima de Estudiantes), algo en lo que mucho tiene que ver Carrizo, quien volvió para este torneo y es muy elogiado por Cappa.
Otro de los puntos altos en el torneo es la defensa de River, la renovada defensa. En la temporada pasada fue el karma del equipo, hoy es un punto alto. La dupla central compuesta por Maidana y Ferrero está cumpliendo. Se conocieron en esta pretemporada (llegó Maidana y se afianzó Ferrero) y demostraron coordinación.
En la mitad de la columna está la sorpresa, aparece como abanderado del mediocampo Matías Almeyda, el mismo que en un principio Cappa no iba a tener en cuenta. Pero el "Pelado", con buenas actuaciones es uno de los inamovibles del plantel y a la vez, referente. Es un león en el medio, quita, muerde, marca y hace jugar al equipo, es el motor del equipo en la mitad.
Otro que demostró vigencia, a pesar de la edad, es el ya "canoso" Ariel Ortega. El Burrito es pieza clave en el armado del juego y dominador de un buen pie, como le gusta al técnico. A pesar que no mostró un nivel superlativo en este campeonato, le alcanzó con mantener una regularidad para ser el autor intelectual de varios triunfos de su equipo. El jujeño dejó de ser noticia por sus problemas con la adicción al alcohol y está totalmente compenetrado con el fútbol profesional. Ortega volvió a ser ese que gambetea, juega y hace jugar.
Y el final de la columna termina en Rogelio Funes Mori, el pibe de cara de bueno es un temible goleador, un 9 que gana partidos. Ya lo dijo Pasarrella, el nueve que venga le tiene que sacar el puesto al melli (por Funes Mori), justo el día que llegaba Pavone. Aunque para algunos suene a exagerado, el pibe es titular indiscutido, es el goleador de River en el campeonato y además en la tabla con 4 goles lo que le permitieron ganar tres partidos (Tigre, Independiente y Arsenal). La virtud del goleador es el cabezazo, aparte no necesita un jugador por afuera que lo abastezca, él solito puede crearse jugadas. El mendocino demostró que ya no es un proyecto, sino una realidad del equipo que junto a las otras 4 partes conforman la columna vertebral del equipo y su buen momento.
