El juez de Faltas Enrique Mattar descartó que algún empleado judicial pueda estar implicado en la estafa. “Si hubiera un empleado involucrado, no haría una copia tan burda. La mecánica utilizada no requiere la intervención del alguien del juzgado. Teniendo los datos del infractor y del vehículo, y la copia de algún oficio, cualquier podría haber hecho la falsificación en cualquier lugar”, dijo. Aclaró que en su juzgado llevan un detallado control de los expedientes a través de un sistema informático y los oficios cuentan con sellos y particularidades que no podrían pasar desapercibidos. No quiso opinar sobre el accionar policial, y sobre los 77 casos detectados dijo: “no me sorprende que sean muchos, porque aparentemente se procuró hacer un negocio de esto”.