�El Túnel de Agua Negra fue una cruzada que encabezó la gestión giojista desde sus inicios. Luego de evaluaciones técnicas, económicas, la elaboración del proyecto y el aval de las autoridades de ambos países, la obra está dando los últimos pasos para materializarse. Una de las últimas señales que vino del otro lado de la cordillera fue que se harán cargo del 28% de la obra (es la parte del túnel que se encuentra en Chile) con los recursos presupuestarios y no con la devolución del peaje, como se barajó en un principio.
El túnel está valuado en aproximadamente 1.600 millones de dólares y mientras se desarrolla el proceso que desembocará en la licitación, hay 18 consorcios interesados, cada uno integrado por 3 ó 4 empresas, en los que hay 15 países involucrados.