Renovaron la iluminación, arreglaron los jardines, acondicionaron la estructura, pusieron un equipo refrigerante más moderno. Repararon los sanitarios y otras dependencias. Volvieron a darle vida a la confitería luego de haber estada cerrada durante dos décadas. Pusieron un aro magnético para que las personas sordas puedan percibir la música. Y ahora acaban de colocar una alfombra nueva. Estas son algunas de las mejoras que se realizaron en el Auditorio Juan Victoria en los últimos 10 años y en lo que se invirtió alrededor de 1 millón de pesos. De las 4 décadas de funcionamiento, esta última es en la que más dinero se invirtió en mejorar las condiciones del edificio.

Pero antes de llegar a esta inversión, el lugar pasó por varias peripecias. Desde un colapso cloacal que dejó todo el sector exterior bajo aguas servidas, el cierre del edificio por varias semanas por las malas condiciones edilicias, hasta las quejas de los músicos porque al no contar con las condiciones climáticas adecuadas en la sala, no podía ejecutar sus instrumentos. Esto sin contar que la atracción principal, el órgano, estuvo varios años sin recibir el mantenimiento adecuado. Fue recién en el 2001 cuando hubo una partida de dinero para afinar el órgano, y otra para comenzar con las mejoras en el edificio. En el 2006 destinaron 391.000 pesos para realizar refacciones más profundas, para lo que se llamó a licitación de la obra. Mientras tanto, las actividades en el lugar fueron interrumpidas para que se pudiera trabajar sin problemas.

La última gran inversión que se hizo en el Auditorio fue de 125.000 pesos, en la renovación de la alfombra de la sala de conciertos. Esta obra es la que se inaugurará en la celebración de los 40 años del Auditorio, con la realización de un concierto esta noche.