�Según el Estatuto de Roma, que fue el instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional, los delitos de lesa humanidad son crímenes internacionales cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil. Incluyen el asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, persecución de personas por motivos políticos, raciales, étnicos, culturales o religiosos y la desaparición forzada de personas, entre otros.
En suma, son actos inhumanos que producen grandes sufrimientos o atentan gravemente contra la integridad física o la salud mental y física de las personas. Tienen los siguientes elementos de contexto: debe tratarse de un ataque generalizado o sistemático, debe estar dirigido contra una población civil y con conocimiento del ataque que se está ejecutando.