La partida de la competencia ayer era en el camping del Cerro Blanco y ahí había gente prendiendo fuego. Los participantes pasaban por calle Las Moras y ahí también surgía humo de la tierra entre los grupos de espectadores. La línea de llegada era en el camping Municipal de Ullum y allí estaba la fiesta mayor.
Las aproximadamente dos mil personas ubicadas en los distintos sitios no representaron el marco de gente que se moviliza en cada edición del Safari Tras Las Sierras (un promedio de 10.000 personas), pero el espíritu era el mismo. La carrera era un buen motivo para comer y beber en familia y con amigos, al aire libre.
El albardonero Roberto Gutiérrez, participante en cuatriciclos, confirmó lo que se observa en el ambiente: “Vinimos cuatro familias y esto sirvió para no quedarse con las ganas de haberse ido unos días a Valle Fértil, que son las vacaciones de muchos cada año”.