No ocultó la sorpresa Fabián Villanueva, quien estaba con hinchada: los 60 comensales en su mesa. Con la boca abierta, tardó unos segundos en darse cuenta del logro y cuando cayó, se entregó a los festejos de su familia, a los saltos y a los gritos. Él fue uno de los ganadores del V Concurso de Paellas que organizó el Centro Valenciano para celebrar el Día de la Comunidad Valenciana. En una verdadera explosión de sabores, el concurso tuvo récord de participantes, ya que lo hicieron 11 cocineros, además de contar con postales inéditas en la competencia, como stands con productos típicos y la presentación de números artísticos.
El Concurso de Paellas casi duplicó la cantidad de participantes del 2009 (fueron seis) y la elección fue una dura tarea para el jurado, de la que DIARIO DE CUYO formó parte. Hubo dos ramas premiadas, Sabor y Presentación, en una competencia donde se evaluó el punto justo del arroz, la cantidad correcta de condimentos, la elección adecuada de las carnes y mariscos, y la creatividad para seducir también por la vista (ver página 11).
Al lado de la pileta y entre los parrilleros, el inconfundible aroma al azafrán se mezclaba con el de carnes blancas fritándose en aceite de oliva. Y una vez que se cumplió el horario tope para tener lista la paella (a las 14.15), el jurado se desplazó por el predio mirando cada paellera en competencia, para evaluar la presentación. Luego, el grupo catador se sentó lejos de las miradas y bajo las sombras de unas moras, esperó la llegada de los platos, identificados con un número para no conocer la identidad del autor. "Hay un condimento que no puedo distinguir y que no es de paella", dijo uno de los jurados, de negro paladar. "Esta tiene lo mejor de lo mejor", apuntó otro, mientras anotaba su puntuación del 1 al 10 en un papel. Fue tan difícil la elección, que en Sabor y Presentación hubo empates en el primer lugar y se debió votar nuevamente. Finalmente, tras la nueva evaluación, el jurado dio su veredicto. Entonces, con los 11 participantes en el escenario y ante el griterío y los aplausos de sus familiares, fueron dados a conocer los vencedores, quienes durante un año ostentarán su bien ganada fama al borde de las paelleras.
