Es innegable: nadie puede discutir la cuarta conquista consecutiva de UPCN en el torneo más importante de vóleibol del país. No llegó al tetracampeonato de casualidad. Se afirmó en un juego brillante, con jugadores de máximo nivel que dieron todo. Pero, además, lo hizo en los números.
Ya se dijo y quedó claro que la campaña se contagió de triunfos sucesivos. Sólo una vez perdió y vaya a saber por qué terminó dándole la alegría al rival en ese partido. Porque todas las otras presentaciones terminaron en victorias. Y, tal vez en el punto más saliente, sólo perdió un set cuando le tocó jugar de visitante.
Así las cosas el título llegó casi por decantación. En lo que se refiere a los números en forma individual, vale repasar a sus protagonistas. Por ejemplo, el brasileño Theo Lopes (que recibió el MVP en la final) se destacó, durante todo el torneo, en dos puntos fundamentales: saque y ataque. En el primer rubro, el nacido en Brasilia se despachó con 34 puntos que sumaron directo, lo que dejó en evidencia la potencia de su servicio. Y, en el segundo, en el ataque pleno, Theo sumó la increíble cifra de 369 puntos a lo largo de todo el torneo. El que más se le aproximó fue el rumano Bogdan Olteanu, quien se despachó con 303 puntos durante sus saltos ganadores sobre la red por los costados. Increíble, casi 700 puntos entre ambos atacantes. Ningún otro equipo tuvo jugadores tan eficaces en la ofensiva de su juego.
Y en lo que se refiere a la defensa, otros dos jugadores de destacaron: Javier Filardi y Sebastián Garrocq. El primero, el punta cordobés, se convirtió en el receptor más eficaz de la Liga, con 474 defensas exitosas para que su compañero Demián González arme juego a los atacantes. Mientras que el líbero Garrocq tuvo 289 recepciones positivas. Al igual que el caso anterior, si se suma a ambos, da alrededor de 800 recepciones positivas. Con esa manera de recibir el juego contrario, lograron neutralizar el poderío de varios equipos con saques difíciles. Todos esos números quedaron almacenados por un hombre por demás capacitado en el tema: El chileno Alberto Varela. Es que el “Beto”, el estadista del equipo, cumple una función vital y de acuerdo a sus números, el equipo afirma o mejora su juego. Porque el entrenador Fabián Armoa los recepciona y elabora sus estrategias.
