Un pequeño pozo de cemento que está vacío. Una enorme antena bastante oxidada. Un cartel desteñido que indica que en ese lugar hay una serie de instalaciones que dependen del Inpres. A un costado, la gruta de una Virgen, con un altar lleno de flores y ofrendas. Esto es lo que se puede observar en la cima del cerro Barboza, que está al Este de la Ruta 40 que va a Mendoza, en Rawson. Y es lo único que queda de lo que hasta hace un par de años era una de las repetidoras sismológicas más importantes de la provincia. Todo el equipo tuvo que ser trasladado a la Municipalidad de Sarmiento, porque el lugar fue saqueado y destruido en varias oportunidades.
La repetidora fue instalada en este lugar en la década del "90, porque fue donde consiguieron autorización oficial. La misión que tenía la instalación era transmitir los datos que proporcionaba la estación ubicada en el cerro Arco, que está en Mendoza. Pero fue destruida tantas veces, que desde el Inpres decidieron cambiarla de lugar. "Era usual que robaran las baterías que estaban enterradas en un pozo, y en varias oportunidades se llevaron el aparato de radio", dijo Oscar Marcuzi, del Inpres. Hasta rompieron los paneles solares que colocaron en la punta del cerro para la provisión de energía. El vandalismo hizo que el organismo en muchas oportunidades no pudiera obtener datos precisos, porque la repetidora no funcionaba. Ahora está instalada en el edificio de la Municipalidad de Sarmiento.
"Cada vez que hay un movimiento sísmico en la zona mendocina, la estación del cerro Arco emite una señal que es captada por esta repetidora y que, a su vez, envía los datos al Inpres. Esta es una tarea de registro fundamental para una provincia sísmica como San Juan", dijo Marcuzi.
El cerro Barboza es de fácil acceso. Hay una senda muy marcada que prácticamente no tiene dificultad para el ascenso y en la cima hay una gruta en honor a María Auxiliadora. El lugar es muy concurrido, sobre todo en época de cosecha, según contó Marcuzi. Hoy, lo que queda de la repetidora en el lugar son vestigios de lo que en algún momento constituyó equipamiento de avanzada para el estudio de los sismos.
En la actualidad, las repetidoras de este tipo ya son obsoletas porque la obtención de datos se realiza en tiempo real, a través de los satélites o de Internet, según explicó Marcuzi. Ahora, al pie del cerro Barboza están construyendo la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Rawson.
