El gaucho Augusto rasga las cuerdas de la guitarra y arranca las palmas de las personas reunidas alrededor. Su escenario tiene alfombra, un micrófono y un tronco que hace de banqueta. Se mueve para allá, agacha la cabeza cuando viene un punteo y se arrodilla para darle más dramatismo a la actuación. Augusto es una marioneta y cada vez que se presenta revoluciona la Peatonal, todas las tardes y al menos durante un par de semanas más. Su dueño es Regino Romero, un artista rionegrino que trabaja a la gorra y que hoy es uno de esos personajes ineludibles del paseo.
Romero creó a Augusto hace unos cuatros años, sin tener idea de cómo fabricar una marioneta. Y le salió bien, incluso consiguió movimientos difíciles de lograr como ‘tocar’ la guitarra o arrodillarse, según relata. El gaucho Augusto nació luego de ver a un marionetista chileno que tenía unos guasos. ‘Y se me ocurrió hacer un gaucho que tocara la guitarra y bailara zamba. Como mi esposa es titiritera, no tardó en aparecer la compañera de Augusto, la china Panchita, que toca el bandoneón‘, cuenta Romero (su esposa se llama María Angélica y volvió a su provincia).
‘Lo que mostramos es auténtico folclore, con Augusto como protagonista. Paso música por un parlante, pero alguna vez también actuaron en vivo mis hermanos, que son guitarristas. Luego de la presentación del guacho se mete Pinochito a interactuar con el público’, dice.
El artista además ofreció un show en la escuela de educación especial Jorge Luis Borges, luego de que una maestra lo contactara en la Peatonal. ’Siempre que podemos, vamos a las escuelas y sin cobrar un peso’, aclara Reino, quien luego seguirá viaje hacia Catamarca.
