A mediados de este mes, la gente no sólo podrá ver trajes y diferentes objetos de la época colonial en el Museo Histórico Provincial Agustín Gnecco. Si no que también podrá apreciar juguetes de antaño. Esto es gracias a la muestra “Aquellos queridos juguetes” que está organizando la institución con ayuda de la comunidad y en el marco del 5to Congreso Mundial de los Derechos de la Infancia y Adolescencia, que se realizará en San Juan a mediados de este mes.
María Julia Gnecco dijo que la idea de la muestra surgió a raíz del Congreso y con miras a rememorar los juegos de antaño, ya que el juego es indispensable para una niñez feliz.
También agregó que se pensó en exhibir juguetes del siglo XX para que los niños de hoy conozcan a qué jugaban sus abuelos y cómo se las ingeniaban para fabricarlos. Es por eso que en la muestra se mostrará, entre otros, muñecas de trapo, autitos hechos con corchos y los tradicionales caballitos de madera, que ya tienen gracias a donaciones.
Gnecco dijo que cualquier persona interesada en mostrar sus juguetes puede ser parte de la exhibición. Para eso deben acercarse de martes a sábados de mañana o de tarde a la sede del museo, en calle General Paz y avenida Rawson. Ya hay personas, por ejemplo, que prestaron caballitos de madera y juegos de cocina de los años ‘60 hechos en aluminio.
La muestra se desarrollará del 15 al 19 de octubre, la misma fecha en que se llevará a cabo el congreso. Se montará en el hall del museo y tendrá entrada libre y gratuita para todo el público.
Durante la misma los expositores también podrán contar anécdotas sobre los juegos durante su niñez o sobre sus juguetes preferidos.
Esta no es la primera muestra sobre juguetes de antaño que se organizó en ese museo de la Ciudad de San Juan. En el 2007 se hizo una exhibición de diferentes modelos de muñecas de trapo realizadas en forma artesanal. En esta ocasión participaron más de 100 expositores.
Gnecco dijo que la idea es mantener este tipo de exposiciones en el museo para que la gente las pueda disfrutar en familia y, a su vez, revivir recuerdos de una de las mejores etapas de la vida.
