Su única culpa fue haber ido a pasear y hacer jugar a sus hijos y sus sobrinos en la plaza departamental de Santa Lucía. Ella junto a su esposo y su hermana, igual que otros vecinos, charlaban y miraban jugar a los niños cuando apareció un grupo de jóvenes corriendo y por detrás otro. No entendían qué pasaba. De pronto, vieron que uno de los que iban adelante se dio la vuelta y largó un disparo en medio de la confusión. Mientras algunos se alejaban y otros buscaban proteger a sus hijos; Silvina Espejo sintió un ardor, entonces se hincó y descubrió que ese balazo le había dado en el abdomen.

Silvina Valeria Espejo, de 33 años y madre de 2 niños, fue la víctima inocente de un enfrentamiento entre dos patotas ayer a las 0.30 en la plaza de Santa Lucía. Tuvo mucha suerte de no morir, de toda forma fue operada en el Hospital Rawson y le extirparon parte del intestino, aunque está fuera de peligro, confirmó Darío Escudero, el marido. Todo comenzó en calle General Paz, cerca de Colón. Supuestamente se cruzaron dos grupos de jóvenes y se insultaron. Ahí, hubo un disparo, después corrieron en dirección a la plaza. Escudero relató que ‘vimos llegar a un grupo corriendo y por detrás otro. Pensé que corrían para tomar el colectivo, pero después vi que uno de esos chicos que iba adelante traía un arma y disparo para atrás. Yo traté de agarrar a mis hijos y mis sobrinos, en eso mi mujer se agachó y me dijo: me pegaron a mí’. Las dos patotas desaparecieron. Escudero corrió a pedir ayuda a la Seccional 5ta y luego cargó a su mujer en un remís y la llevó al hospital. Los uniformados salieron a perseguir a los jóvenes hasta Hipólito Yrigoyen y Circunvalación, donde el supuesto autor del disparo los atacó a tiros, según la Policía. Un agente entonces abrió fuego e hirió en el muslo derecho a Ricardo Martínez (25), quien fue detenido con un revólver calibre 38, dijeron. Cuatro adolescentes, que lo acompañaban, fueron apresados en las cercanías.