Lo que era una caminata entre amigas por las Sierras de Pie de Palo, en San Martín, terminó en tragedia ayer por una mujer que cayó de unos 60 metros de altura por entre las piedras y perdió la vida. La dramática historia tuvo otra víctima, que quedó atrapada sobre una pendiente del cerro sin poder moverse al menos dos horas y al borde de la muerte hasta que un grupo de andinistas y bomberos la rescataron sana y salva.
El malogrado paseo por un sendero a más de 100 metros de altura le costó la vida a Patricia Ruffa de Herce, de 51 años, esposa de un empresario bodeguero, según datos policiales. La que pudo contar la terrible odisea de ayer fue Cristina Marcó de Marquez, de 45 años, quien sobrevivió de milagro.
Ruffa y Marcó habían salido ayer a media mañana en compañía de María Isabel Bertorello y otra mujer oriunda de Córdoba, de nombre Mónica -no se conocía su apellido-, a hacer trekking en la zona Este del distrito San Isidro, en San Martín. La versión policial es que tomaron por una huella que las llevó a lo alto de las Sierras de Pie de Palo. Todas vestían equipos deportivos, pero no tenían elementos de seguridad.
Caminaron algo de una hora y media, pero Bertorello y la señora cordobesa se cansaron y decidieron regresar, relató un familiar de las mujeres. Éstas dos últimas dijeron que iban a bajar a buscar la camioneta y las esperarían del otro lado del cerro para regresar todas juntas.
Patricia Ruffa y Cristina Marcó continuaron su travesía por el sendero de los cerros, pero a la media hora tuvieron el accidente. Hasta anoche, la policía no sabía a ciencia cierta qué pasó, dado que Marco estaba shockeada y no podía hablar. Eran dos las hipótesis que barajaban. Una, que Ruffa pudo haberse resbalado en un filo y se precipitó al bajo. La otra, es que las dos mujeres intentaron bajar por una de las caras del cerro y el terreno y la inexperiencia les jugó una mala pasada, explicaron los policías de la Seccional 19na.
"El problema no es verticalidad o la pendiente, sino el terreno que está lleno de piedras sueltas y es inestable. Es el peor terreno y el más peligroso", decía Alfredo Morales, del Club Andino Mercedario.
Ruffa aparentemente cayó rodando y golpeando contra las lajas y quedó muerta en una pequeña falda. Marcó -supone la policía- intentó bajar para auxiliarla, pero llegó hasta a un lugar donde no pudo seguir bajando, ni tampoco regresar. Estaba atrapada en lo alto y sin salida.
Como a las 12.30, llegaron las otras dos mujeres en vehículo y vieron a Marcó sobre un costado del cerro, pidiendo ayuda, relataron. Fueron ellas las que dieron aviso a las policía.
Pasadas las 15, un grupo de Bomberos al mando del oficial Ernesto Luna y el grupo de rescate del Andino Mercedario, dirigidos por Alfredo Ceballos, ascendieron al cerro para tomar contacto con Cristina Marcó. La mujer estaba paralizada. Roberto Treu, fue el encargado de sujetarla con las cuerdas y ayudarla en el peligroso descenso por esos 80 metros de altura. "No hablaba, se notaba muy shockeada. Yo trataba de tranquilizarla", relató el joven. A las 16.38, tocaron suelo firme. Ahí, Cristina Marcó largó en llantos y se aferró a su esposo que la esperaba abajo. Otro grupo luego volvió a subir, ya para la triste tarea de traer el cadáver de Patricia Ruffa.
