"Extraño sus abrazos, su perfume del pelo, sus besos. No puedo más", dijo Marisa S. (40). La mujer es madre de una nena de 9 años y denunció que el matrimonio al que le dejó su hija el año pasado, cuando se fue a trabajar a Córdoba, no se la restituye, que tampoco deja que la vea y que hasta la cambió de colegio.

Sin embargo, la pareja anunció que tiene la guarda de la menor por decisión de la Justicia, que la madre dejó abandonados a la niña y a sus otros hijos, que Marisa tiene antecedentes de maltrato infantil y que le restringieron el contacto con la nena por pedido de la Asesoría de Menores, para protegerla. El caso lo lleva el Primer Juzgado de Menores.

Según dijo Marisa S., el 12 de diciembre se fue a trabajar a una fábrica de alfajores en Carlos Paz, Córdoba, y dejó al cuidado de un matrimonio amigo a su nena y un hijo de 15 años, mientras que se llevó al más chico, de 5. Su hija mayor, ya casada, se quedó con la hermana de 18.

Marisa apuntó que fue a la casa de este matrimonio, pero que no la atendieron ninguna vez, que se presentó en la escuela de la niña y que se enteró que la habían cambiado de colegio. "Tampoco la llevan a la iglesia evangélica y a mí me prohibieron la entrada al templo. No sé por qué están haciendo esto, yo confiaba en ellos", señaló.

Sin embargo, el matrimonio de D.C. (se reserva el nombre para proteger a la menor) manifestó que Marisa en realidad se fue en noviembre y que dejó solos a todos sus hijos, incluido el menor de 5 años. "Nosotros empezamos a cuidar a la niña, otro matrimonio se hizo cargo del adolescente, y la hija más grande quedó al cuidado de los hermanos de 18 y 5. Pero luego, la pareja de la más grande viajó a Córdoba a llevarle al más chiquito, porque no lo podían mantener. O sea que también esa criatura había quedado a la buena de Dios", dijo.

"Nosotros nos presentamos a la Justicia planteando todo lo que pasaba, jamás hicimos algo fuera de la ley. Entonces desde la Asesoría de Menores analizaron el caso y nos dieron la guarda de la nena", dijo D.C. Según expresó, Marisa nunca envío dinero, sino que cada mes volvió a San Juan a cobrar la Asignación Universal y que en ningún caso fue a ver a sus hijos. Agregó que la mujer maltrata a sus chicos y que, de hecho, en 2005 estuvo presa por darle una feroz paliza a una de sus hijas.

"Por pedido de la Asesoría de Menores es que no dejamos que vea a la nena, porque quieren protegerla hasta tanto se resuelva la situación", dijo D.C.