‘Los políticos se llenan la boca diciendo que los índices de inseguridad han bajado y mírenme a mí, lo que me han hecho. Me gustaría que me pregunten a mí si no hay inseguridad. Lo que dicen es todo verso’. Alberto Soler, un almacenero de 59 años, mostraba ayer su malestar luego de ser víctima junto a su esposa y su hija, de 20 años, de un violento asalto en su casa de Santa Lucía. Dos sujetos armados y una mujer llegaron en un auto y le destrozaron a patadas la puerta del frente. A su esposa le dieron un cachazo en la cabeza y la arrastraron de los pelos hasta donde descansaba su marido. A Soler le pegaron en la espalda con una madera de la puerta y los mantuvieron encañonados en el piso junto a su hija mientras la ladrona cargaba lo que podía en unas bolsas. Según el comerciante, los malvivientes le sustrajeron unos 50 paquetes de cigarrillos, 2 cajones con medias, 40 remeras de modal, $2.000 en tarjetas telefónicas, analgésicos, 3 celulares, una cámara de fotos y $6.000 que eran para comprar mercadería para el negocio.
Todo pasó a las 15, cuando un auto con la banda llegó a la casa de Soler en Balcarce 1160 Sur, Colonia Gutiérrez, Santa Lucía. ‘Nos habíamos acostado un rato cuando golpearon la puerta. Como tenemos negocio, pensé que era alguno que venía a comprar. Mi hija se levantó y al asomarse por la ventana vio a 2 tipos. No les abrió y se fue a su pieza. Ahí fue cuando escuchamos 3 estruendos’, dijo el comerciante.
El ruido, era de las patadas de los ladrones en la puerta. En ese momento, Olga Verderrama (58), la esposa de Soler, se levantó a ver qué pasaba y fue golpeada en el pasillo y arrastrada hasta su dormitorio. Allí, golpearon a su marido en la espalda y luego trajeron a la hija del matrimonio.
‘Nos tiraron al piso y uno de los ladrones se quedó apuntándonos. Ellos tenían capuchas y anteojos, pero la mujer ni se tapó la cara’, dijo Soler.
La delincuente fue al negocio y cargó la ropa, los cigarros, las tarjetas y la plata, mientras el tercer cómplice revisaba el resto de la vivienda en busca de otros objetos de valor.
‘En 7 años es la tercera vez que me roban y éste fue el segundo asalto que sufrimos en 5 años’, comentó indignado el comerciante.
