Ayer en el estadio Bodeguero estuvo, por primera vez en la provincia y en esta categoría, como segunda línea Rosana Domínguez. La morocha tiene 30 años y hace ocho años que se desempaña como árbitro asistente nacional y tres que milita en el Argentino B.

“Vengo de familia de árbitros por ello no me costó mucho definir mi profesión. Me gusta mucho lo que hago, aunque es muy sacrificado debido a que hay que viajar mucho. Pero la verdad es algo que me gusta mucho. En cuanto al partido me sentí muy bien y no tuve ningún inconveniente”, señaló Rosana, que es soltera.