‘Mi suegro es un genio y siempre puso todo por sus hijos. Le voy a estar eternamente agradecido por darme la posibilidad de tener a mi esposa por muchos años más‘, dijo ayer emocionado Víctor Hugo Pérez, marido de Margarita Ante. La emoción y las muestras de afecto del trabajador rural de Pocito tenían que ver con el papá de su esposa, Humberto Ante, que fue quien le donó el riñón a la mujer.

Con esta intervención que se realizó en el Hospital Rawson, San Juan concretó un hecho inédito, ya que por primera vez se hizo un trasplante en la provincia, algo para lo que Salud Pública ya venía preparando el terreno desde hacía mucho tiempo, tanto con equipamiento como con formación de recursos humanos.

Según contó Víctor Hugo Pérez, Margarita nació con insuficiencia renal crónica, con la que convivió toda su vida sin tener mayores problemas. Pero hace un año y luego de tener problemas de salud, la chica de 27 años fue al médico. En ese momento fue cuando le dijeron que su riñón estaba dejando de funcionar como debía y que las alternativas eran la diálisis o un trasplante para mantenerse con vida. ‘Fue un drama familiar porque conocemos gente que se dializa y los problemas que tiene en su vida‘, dijo Víctor Hugo, quien aclaró que en ese momento su esposa no estaba inscripta en ninguna lista de trasplante y que dos semanas después ya estaba incluida entre los posibles receptores de un riñón.

‘Cuando llegamos a casa de mi suegro Humberto, que es donde vivimos nosotros, le contamos a él sobre lo que nos habían dicho los médicos. Y él, sin pestañear, nos dijo que quería ser el donante y que le dijéramos dónde debía ir para hacerse los estudios de compatibilidad‘, dijo Pérez. Al otro día Humberto se hizo los estudios y en pocos días conoció la confirmación de que podía ser el donante de su hija. Esta noticia fue muy celebrada por toda la familia.

‘No podíamos creer la decisión que había tomado papá. Nos emocionamos, pero a la vez comenzamos a averiguar qué se debía hacer para que Margarita recibiera el riñón. En ese momento la única posibilidad era viajar a Córdoba‘, dijo Eduardo, el hermano mayor de Margarita. Pero, según contó Víctor Hugo, esta posibilidad era muy lejana ya que con su sueldo le alcanzaba apenas para comprar los pasajes y asegurarse una estadía de unos días en Córdoba. Además, ni siquiera sabían si iban a poder llevarse con ellos a sus dos hijos de 6 y 2 años, por los gastos que eso implicaría.

Fue entonces cuando la suerte les sonrió: Gastón Alvarez, jefe del programa de trasplantes de San Juan, vio que Margarita reunía todos los requisitos para practicar el primer trasplante en la provincia. Es decir: era una paciente que no se dializaba y además tenía la posibilidad de un donante vivo con quien era compatible. Sin perder tiempo, Alvarez le propuso hacer la intervención en el Hospital Rawson, con un equipo médico enteramente sanjuanino.

Por fin, la operación se hizo ayer en el quirófano del Hospital Rawson y duró 6 horas. Luego de realizar la intervención quirúrgica, Margarita y su papá Humberto quedaron internados en una habitación aislada, ya que tienen sus defensas bajas. Y si los organismos reciben bien la operación, los médicos estiman que en un mes les podrán dar el alta y así continuar con sus vidas normales.

Según dijo Gastón Alvarez, la expectativa de vida de los pacientes trasplantados es igual a la de cualquier persona. Y una vez que estén recuperados, padre e hija podrán hacer deportes y cualquier actividad que les dé mayor calidad de vida.