Estaba previsto que las tropas largaran en calle Las Heras y concluyeran la marcha en Catamarca, por avenida Libertador. Pero fue tanta la gente que hubo que el desfile tuvo que continuar hasta la Mendoza. Así, entre rostros de asombro de los más chicos, aplausos y vitoreo de los adultos, más de 2.000 soldados y un centenar de vehículos de guerra que pertenecen al Ejercito Argentino, el desfile para homenajear a San Martín a nivel nacional, fue tan multitudinario como apasionado. Según datos del Gobierno, hubo unas 100 personas entre el público. Esto sucedió ayer, desde las 15,15 hasta pasada las 16,30, luego de un acto realizado en el Parque de Mayo.
“¡Guau. Parecen los que salen en las películas!”, comentó un nene a su compañero mientras se sentaba en el cordón de la vereda. El niño hizo referencia a los imponentes tanque que usan en las misiones de paz de Naciones Unidas. Estos fueron de los vehículos más aplaudidos junto a los más de 20 camiones para armamentos pesados que circularon por la Libertador. Lo llamativo de este desfile fue que la gente no dejó de aplaudir ni un instante. Aunque hubo picos de euforia. Uno de ellos fue cuando pasaron los veteranos de guerra y cuando circularon vehículos conducidos por mujeres. El de ayer fue un desfile netamente militar y nunca visto en la provincia. Eso causó impacto entre la gente que esperó ansiosa como si se tratara de la “carpet red”, pero del ejército. “Vamos San Juan”, gritó uno de los soldados que sobresalía de uno de los tanques de guerra. Ese fue el momento en que la gente lo ovacionó tanto que los soldados que vinieron luego también se animaron a arengar a la tribuna. El público respondió feliz. Mientras las chicas piropearon a los soldados que llegaron de otras provincias, los varones no dejaron de asombrarse por la coreografía que desplegaron las mujeres de la Policía.
La cantidad de gente que asistió ayer al desfile sorprendió a todos. Algunos soldados del RIM 22 aseguraron que nunca participaron de un desfile tan convocante y a la vez tan cálido. “Nunca nos aplaudieron tanto. Estoy feliz”; dijo uno de los hombres que conducía uno de los sexticiclos.
Había personas trepadas en las rejas de las casas que estaban por Libertador. También fue usual ver gente apostada en los balcones. Y hasta un edificio en construcción sirvió de tribuna para ver un espectáculo militar sin precedente en la provincia. Algunos confesaron que llegaron a la ciudad en la mañana temprano para conseguir buena ubicación. Por ello fue usual ver familias enteras con conservadoras y reposeras. Otra postal frecuente fueron las sombrillas. Es que pasado el mediodía, el Sol empezó a pegar fuerte. Quienes más sufrieron el calor fueron los que se ubicaron en la vereda del lado Sur. Si embargo eso no espantó a nadie. Todo lo contrario. Aunque los soldados, los vehículos y hasta los Granaderos a caballo comenzaron a desconcentrarse pasando calle Mendoza, la gente siguió ese movimiento, como si formara parte del espectáculo. Muchos aprovecharon la oportunidad para tomarse fotos cerca de los tanques de guerra. Algunos chicos hasta se subieron a los vehículos.
De este desfile participaron varias delegaciones del Ejército de otras provincias. Llegaron de Mendoza, San Luis, Buenos Aires y hasta Córdoba. Incluso, al comienzo, aviones pertenecientes a la 5ta Brigada Aérea, hicieron un vuelo rasante por avenida Libertador.
Minutos después hizo lo mismo un imponente helicóptero. Todo esto captó la atención, sobre todo de los más chicos.
