La salud del ex presidente Raúl Alfonsín sufrió un agravamiento, al declarársele por la noche un cuadro de "neumonía broncoaspiratoria" con fiebre, a raíz de un cáncer que padece desde hace más de un año.

La noticia, que circuló en las primeras horas del día, causó preocupación en varios sectores, entre ellos el vicepresidente Julio Cobos, quien visitó a Alfonsín en su domicilio particular de Recoleta y la presidenta Cristina Fernández llamó a sus familiares desde Qatar donde hoy participa de la cumbre con países árabes.

Según confirmó el hijo de Alfonsín, Ricardo, "Cristina llamó y le dejó un beso a mi papá. Agradecemos el llamado y la preocupación de la presidenta por el estado de salud de mi padre", dijo a la prensa.

Precisamente, la última aparición pública del ex presidente radical fue a principios de octubre del año pasado cuando fue homenajeado por Cristina.

Fue a la inauguración de su busto en la Casa Rosada junto a la jefa de Estado, al cumplirse 25 años del retorno de la democracia.

Según informó ayer el doctor Alberto Sadler, jefe del equipo médico que atiende a Alfonsín, el paciente padece de neumonía broncoaspiratoria, un cuadro del que se han registrado "varios episodios similares, de los que se ha recuperado".

"Esperamos que éste sea otro de esos episodios", dijo el facultativo.

Alfonsín, de 82 años, padece desde hace aproximadamente un año un cáncer de pulmón con metástasis ósea, que lo obliga a mantener reposo, por ahora en su casa de la avenida Santa Fe al 1600.

Por la mañana "estaba leyendo el diario acompañado de diversos familiares, lúcido", dijo Sadler, y agregó que "hoy está algo mejor (que ayer). No le está pasando nada no esperable en este momento".

Posteriormente, Sadler ratificó el diagnóstico a través de un parte médico en el que, además, sostuvo que el paciente le efectuaba "múltiples preguntas" sobre su estado de salud.

Cuando se le preguntó si Alfonsín podría realmente superar el cuadro, el médico respondió: "Es altamente probable que así sea".

Ricardo Alfonsín, agradeció "la preocupación" de la gente y destacó que su padre estaba "muy bien" de ánimo.

Por último, pese a aclarar que Alfonsín "no" está dolorido, admitió que "la enfermedad que él tiene nos preocupa y nos asusta a todos. Supongo que a él también", pero se mostró optimista, al señalar que "tenemos confianza de que, con ayuda de Dios y su esfuerzo, podamos superar" el momento.

Poco después de las 11 llegó al lugar Cobos, quien se retiró a las 11.37 sin poder dialogar con el paciente.

Alfonsín "estaba descansando. Estuve reunido con la familia, sus hermanos e hijos, no quise tener que despertarlo", comentó el vicepresidente.

Cobos precisó que había hablado con Ricardo y dijo que su visita se debía a que "quise, en momentos difíciles, compartir (mi preocupación) con la familia".

"Ha pasado una situación muy complicada en horas de la noche, hay que estar atentos y confiar en la medicina y, por supuesto, en los médicos que lo atienden", agregó Cobos antes de despedirse con un beso de Ricardo Alfonsín, en medio de un revuelo de cables y micrófonos que obligó a la policía a cortar parcialmente la avenida Santa Fe.