Cuando el futuro túnel de Agua Negra haya perforado las entrañas de la cordillera y se encuentre transitable, se convertirá en el séptimo paso binacional por tierra en el mundo, dejando de lado a aquellos que son submarinos o ferroviarios. Pero dentro de ese selecto grupo tendrá características que lo harán único. En primer lugar, será el primero que tendrá 2 tubos de circulación separada, es decir, uno de ida y otro de vuelta, debido a que los restantes cuentan con uno solo que es bidireccional. Y en segundo término, será el más extenso con sus casi 14 kilómetros. Los otros túneles son el Somport y el Bielsa, que unen España y Francia; el Fréjus y el Mont Blanc que comunican Francia e Italia; el Karavanke que conecta Austria con Eslovenia; y el mendocino Cristo Redentor que va hacia Chile.

El ministro Julio Ortiz Andino explicó que luego de que la obra sea adjudicada, el consorcio de empresas tiene que hacer el proyecto definitivo y la ingeniería de detalle. Todo eso, contando la aprobación de la Ebitan, demandará entre seis meses y un año, por lo que la perforación del túnel (la obra en sí misma) puede arrancar entre fines de 2018 y principios de 2019. “Mientras tanto, el consorcio puede ir construyendo los obradores, que van a ser verdaderas ciudades, empezar estudios y realizar las galerías de investigación”, destacó el alfil uñaquista. Está previsto que la obra demande unos 10 años de construcción.