Pantalla. El monitor y su configuración son una pieza elemental si se quiere disfrutar como es debido de una experiencia lúdica completa y placentera. Cuando se habla de un monitor para juegos, hay dos aspectos que son vitales: la resolución y el tiempo de refresco. Lo primero es determinante, la resolución suele tener relación con el tamaño físico de la pantalla; cuanto mayor sea, más "envolvente" será la experiencia. Además, a mayor resolución, mayor será la definición gráfica mostrada. El problema es que una mayor resolución también implica que el equipo (más precisamente la placa aceleradora de video) tendrá que ser más potente para poder estar a la altura. Hay que procurar configurar el juego a la resolución nativa del monitor, ya que, en caso contrario, la imagen aparecerá reescalada y, como consecuencia, habrá una notable pérdida de calidad.
En cuanto al tiempo de refresco, hace referencia al tiempo que tarda un píxel en pasar de blanco a negro (en cambiar de estado). Cuando es demasiado alto (superior a 10 milisegundos), se produce un efecto denominado "ghosting", cuya consecuencia es la sensación de que las imágenes dejan un rastro al moverse. Esto es inapreciable cuando trabajamos con imágenes estáticas, como el escritorio de Windows o aplicaciones ofimáticas, pero es desagradable al jugar. Por ese motivo, es recomendable contar con uno cuyo tiempo de refresco sea menor de 8 ms.
Equilibrio. Aunque hay algunos elementos que repercuten de forma determinante en el funcionamiento de la PC para jugar, es importante que la máquina esté equilibrada. Como norma general, será contraproducente poner un procesador muy potente con una placa de video que no esté a la altura o la cantidad de memoria RAM del equipo y viceversa. Otra buena práctica es que el equipo disponga de dos discos duros, y que la unidad en la que está instalado el sistema operativo sea más rápida que la de datos. Esto da, entre otras ventajas, la protección de datos personales en caso de que haya que reparar el sistema operativo, mejora el rendimiento general del equipo como en los juegos.
Refrigeración. También es importante controlar la temperatura del equipo. Las aceleradoras de video suelen generar un calor importante, por lo cual es recomendable tener bien ventilado el gabinete de la computadora. Colocar unos ventiladores que muevan un flujo de aire fresco constante y a la vez ordenar los cables para que no frenen ese flujo. La mejor opción es elegir cables redondos en lugar de los tradicionales cables planos.
Sistema operativo. Resulta muy importante elegir correctamente un sistema operativo u otro. En el caso de los videojuegos, la elección recomendable sería Windows XP. Vista, que parecía que iba a superarlo gracias a Direct X10, no ha sido capaz de implantarse de forma suficiente como para que los desarrolladores optimicen sus juegos para este sistema operativo ya que el mismo ocupa nativamente una gran cantidad de recursos del sistema en general. En cualquier caso, se recomienda optar por un sistema operativo de 64 bits, para aprovechar mejor los nuevos procesadores y poder utilizar más memoria RAM aprovechándola al máximo.
