Con tan solo 16 años de edad, Paula Azocar, se coronó recientemente como Reina de la Fiesta del Trabajador Minero 2012. Sin demostrar ningún tipo de duda, inmediatamente comenzada la entrevista dejó en claro que quiere ser candidata a Reina Nacional del Sol cuando cumpla la mayoría de edad. Dulce, de ojos color cielo y dueña de una inocencia que se confunde detrás de su 95-68-95 y su metro setenta y cinco de estatura, esta joven estudiante del Colegio Polivalente de Arte tiene una gran historia familiar vinculada con la industria minera. Su bisabuelo, Ramón Flores, quien estudió en La Sorbona (Francia) fue uno de los primeros profesores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan. A su vez, su abuelo paterno, Ricardo Azocar, era el titular de algunas minas en la zona de Tocota, provincia de San Juan. “Por lo que me ha contado mi familia, mi abuelo explotaba arseniato de plomo, que luego era exportado a Brasil”, comentó la nueva soberana minera. Pero su relación familiar con la industria más importante de la provincia tampoco concluye en su abuelo. Independientemente de que nadie de su familia actualmente trabaja en la industria, su padre, Nibaldo Azocar, es ingeniero químico y se encuentra realizando una maestría en Metalúrgica extractiva, según comentó Paula. Con una sonrisa un poco tímida, la nueva soberana contó que han sido innumerables los mensajes, llamados y visitas que recibió desde la noche del sábado 11 de noviembre cuando fue coronada. “El día domingo cayeron a mi casa mis amigas con un ramo de flores gigante a desayunar conmigo y felicitarme”, recordó. Aunque la nueva joven que ostenta la corona minera sabe que le falta mucha información sobre la industria, planea informarse a través de distintos medios para poder de manera posterior difundir claramente la actividad entre los jóvenes de la provincia. “Hay muchos chicos que no saben nada de nada de la minería, solo lo que escuchan en la calle o de los padres. Nosotros en el colegio hace poco tuvimos una charla sobre trata de personas y estuvo muy bueno. Nos sirvió mucho. Estaría buenísimo si se pudiera hacer eso con información sobre minería”, dijo la reina.
Sin embargo, las ansias de difundir se mezclan con las ganas de ayudar. Paula dice haber visitado un par de veces un hogar de ancianos. Motivo por el cual sus proyectos sociales como reina de la minería estarían orientados a la “gente de la tercera edad y a los chicos con capacidades especiales”. La joven que vive en el Barrio Bardiani dice que no se preocupa demasiado por mantener su cuerpo. Pero que sí realiza mucho ejercicio físico como vóley y patinar en rollers. Sin embargo, su flexible y formado cuerpo proviene especialmente de las clases de danza clásica, folklórica y contemporánea que tiene todos los días en el Centro Polivalente de Arte. “Siempre he sido la más alta de mis compañeras. Y siempre he amado la danza, especialmente me gusta la contemporánea porque te da mayor libertad de expresión. A su vez, en este estilo, mi gran altura (1,75) no se vuelve un impedimento como podría llegar a serlo en la danza clásica en algunos casos”, contó Paula. Durante la sesión de fotos exclusivas para CUYOMINERO, la nueva reina comenzó a posar frente a las cámaras con la timidez propia de una adolescente de 16 años. Pero luego comenzó a soltarse, tomando confianza y terminó disfrutando la producción. “La verdad que representar a la minería es algo que me gusta, que quiero hacer. En especial si eso implica viajar a otras provincias o países para mostrar lo que se hace aquí”, concluyó la reina que representará a los trabajadores mineros hasta noviembre de 2013.
