Por estos días, los pacientes oncológicos que llegan hasta el Hospital de Niños Juan Carlos Navarro tienen algo más en que pensar que en la quimio y los análisis de rutina para ver el estado de sus defensas. Están entusiasmados preparándose para el paseo que han programado desde Fundamé y la Fundación María Echenique, para el próximo domingo 15 de mayo, y que significa para estos enfermos un respiro en los complejos tratamientos y exámenes por los que pasan a diario. Ya han armado un listado de postulantes con por lo menos 35 chicos y sus acompañantes. Hay tiempo hasta mañana para anotar a todos aquellos que quieran participar, sólo deben ponerse en contacto con la entidad solidaria que planeó el viaje.
El paseo en cuestión es una estrategia que adoptaron hace un tiempo ya en Fundamé como parte de los tratamientos de los chicos oncológicos. A decir verdad, hasta el año pasado se les hacía muy dificultoso organizar cada salida porque debían contar con los 600 a 800 pesos del costo del traslado en colectivo. Hasta que la empresa de transportes San Juan – Mar del Plata les puso a disposición su flota de colectivos y sus choferes para colaborar con esta actividad esperanzadora para quienes están enfermos de cáncer.
"A partir de ese contacto hemos podido hacer varios viajes que resultan interesantes porque los chicos no sólo se entretienen y salen de las penurias y dolores de sus tratamientos, sino porque además tienen una ilusión y un objetivo en el que concentrarse. Además les sirve para conocer un poco dónde viven porque muchos de ellos jamás han salido de sus barrios. Gracias a esta empresa de transportes pudimos llegar por ejemplo hasta Mendoza en dos colectivos. Paseamos con los voluntarios y sus papás por el zoológico y el Parque. También hemos ido al Cerro Blanco, a Ullum y a Zonda. La experiencia es válida no sólo a nivel de autoestima sino además que es un pequeño granito de arena para su salud porque están al aire libre y disfrutan de la naturaleza", contó María del Valle García de Cerdera quien está al frente de una entidad con la que colaboran cuarenta voluntarios, en su mayoría jóvenes, que a diario visitan a los pacientes internados y entretienen a los que esperan ser atendidos en consultorio. Justamente estos voluntarios son una pieza fundamental para el próximo viaje en vista -que será el puntapié inicial de un cronograma de salidas que habrán a partir de los meses de agosto y septiembre, según se han propuesto desde la entidad- ya que son los encargados de hacer las actividades recreativas y juegos al aire libre, además de preparar los choripanes y las hamburguesas a la parrilla, el menú fijo en cada salida.
"Además uno de los voluntarios fue el que consiguió que la escuela parroquial de Villa Krause nos preste su camping en Pocito para ir a pasar el día y compartir el almuerzo y la merienda", agregó la mujer.
Según calculan desde la entidad que da contención a las familias de estos pacientes, hay por lo menos 200 niños -hasta los 18 años- que se tratan en el servicio hospitalario, de ellos actualmente hay 7 internados.
