Unas 700 familias del Médano de Oro, en Pocito, conviven desde hace 6 meses con olores tan nauseabundos, que cierran las puertas y ventanas de sus casas por no soportarlos. Si bien un grupo de vecinos acusa a la fábrica textil Vicunha de verter químicos y solventes contaminantes en los canales de la zona, desde la Secretaría de Ambiente hicieron análisis en el agua y determinaron que el problema radica en el vertido de aguas servidas de los propios vecinos que viven en el lugar, actividad que es ilegal.
Ambiente tomó la posta y luego de verificar que las razones del olor nauseabundo tenían que ver con la gran cantidad de materia orgánica que tenía el agua y no con el hallazgo de metales pesados o de químicos, continuaron investigando para que no queden dudas de los resultados de los análisis. ’Repetimos los análisis y seguimos encontrando los mismos resultados. Pero a la par comenzamos a encontrar muchas casas que volcaban en el canal las aguas servidas de su domicilio’, dijo Yalia Daroni, subsecretaria de Desarrollo Sustentable de Ambiente. La funcionaria aclaró que durante 3 meses realizaron muestras sorpresas a toda hora, pero que en ninguno de esos análisis, que fueron 15, encontraron vestigios de metales pesados o concentraciones de químicos que sean perjudiciales.
Según dijeron los vecinos, la sospecha de ellos con la empresa textil es que vieron cómo la misma vertía líquidos al canal Centenario y que creyeron que eran contaminantes. ’Antes de que empezáramos a sentir este olor a azufre y a pescado podrido, esta empresa no tiraba sus residuos al canal. Por eso es que nosotros creemos que son ellos los que generaron los problemas que tenemos hoy’, dijo Héctor Galdeano, vecino del lugar.
Es por esta sospecha que la gente pidió hablar con los encargados de la empresa y la respuesta fue que la textil llevaba ya un tiempo sin utilizar ningún químico en su producción y que incluso ya no teñían las telas para no contaminar.
Ante esta situación y teniendo en cuenta que los vecinos del Médano de Oro continúan con el hedor permanente que genera el agua contaminada, desde Ambiente presentaron un proyecto al Gobierno para entubar en el inicio del canal todo lo que se vierte y así trasladarlo a otro sitio en donde poder tratar el agua. ‘Este proyecto es la solución definitiva a los problemas de la gente y por eso insistimos con OSSE e Hidráulica para poder llevarlo a cabo. La intención es que todas esas aguas servidas y contaminadas, no continúen en el canal Centenario y que puedan ser tratadas en otro lugar sin incomodar a los vecinos. Estimamos que el año que viene podrá estar listo‘, dijo Yalia Daroni, quién además aclaró que continúan con las inspecciones en el Médano de Oro para evitar que se contamine aún más el agua.
