Unión lo jugó y lo ganó como un clásico. Trinidad lo pensó, acaso, como un práctico importante, pero no con la trascendencia de este mano a mano ante su rival menos querido que puede ser la despedida del sueño de ascender. Con toda su experiencia el Azul se plantó como quiso en el propio Templo del León y le metió un golpe durísimo en la ida de unas de las llaves de la segunda ronda del Argentino B. Fue 2-1 para los de Villa Krause que además de tener más de media serie en el bolsillo, le cortó un invicto de 38 partidos al equipo de Juan Pagés que no perdió desde que éste era el DT. Ahora, a Unión le alcanzará con empatar el próximo domingo en su estadio en la vuelta, para de esa forma acceder directamente al pentagonal donde buscará un ascenso al Argentino A. Trinidad quedó obligado a ganar y de acuerdo a la diferencia tener la chance de forzar los penales o quitarle el dulce como visitante a los de Cabello.
El comienzo del clásico, que tuvo una multitud por el lado de ambas parcialidades, resultó frenético. Pero siempre, como en el resto del encuentro, el más claro en sus conceptos fue la visita. De hecho pegó a los 8 mediante un derechazo de Ceballos, quien ingresó solo al área de Lavorante tras un error defensivo. Aunque al toque Gigena cambió por gol el penal que le cometieron a Muñoz. El 1-1 hacía presagiar una lluvia de goles, algo que no pasó finalmente. Se puso pierna fuerte como todo choque barrial, aunque el cuarteto que diagramó Cabello en el medio de su equipo fue el que administró el juego. Con Estrada manejando los tiempos, Chica distribuyendo y Gómez y Fullana marcando, era cuestión de que el Azul fuera preciso en los últimos metros con sus delanteros. Esto recién ocurrió en el amanecer del complemento, cuando tras un centro Acevedo le metió un derechazo terrible al balón para el segundo. Trinidad buscó el empate, pero con Molina en una versión deslucida se le hizo imposible. Sólo las corridas de Paratore y el entusiasmo de Gigena. No más que eso para una noche donde Trinidad pareció perder mucho más que el largo invicto en el Barrio Atlético. Lo ganó Unión al clásico y su gente se fue cantando por ese ascenso que parece estar cada vez más cerca.
