Ramón Carrizo, padre del actual presidente de la unión vecinal, fue el primero en comprar uno de los lotes que conforman Villa Angélica. Se lo compró a Don Maldonado. La villa lleva el nombre de unas de las hijas de este hombre. Desde ese momento, el primer grupo de vecinos comenzó a gestionar el servicio eléctrico y de agua. Incluso llevaron una maestra para que diera clases en una de las primeras casas.
