Este Unión no para de sorprender. Y ellos, los jugadores, lo saben. Por eso se abrazaron a más no poder apenas terminó la semifinal ante Hispano. Saltaron, cantaron, hasta lloraron. Saben que todo lo hacen a pulmón. Y se le están dando las cosas. Tanto que hoy jugará la final del Campeonato Argentino de Clubes de hockey sobre patines que se desarrolla acá, en Buenos Aires. Tendrán enfrente a uno que llega invicto: Petroleros, de Mendoza. Seguro será difícil, pero este Azul ya sabe de hazañas.
Ayer, en la primera semifinal, se le plantó firme a Hispano y le terminó ganando 3-2. Con un gol de penal (convertido por Ariel Goransky) que se dio cuando apenas faltaban 21 segundos para el final del partido. Dramático. Notable. Un choque para guardarlo en un cuadro.
El partido se abrió rápido. Es que Hispano, en la primera que tuvo neta, antes de los 5’, abrió el tablero. Fue una jugada milimétrica que tuvo una gran definición. En un ataque la cambiaron rápido de punta, la metieron detrás del arco y el pase posterior llegó al corazón del área donde estaba Oruste. El Maxi, bien despierto, la mandó al fondo con un tiro seco. Unión lo sintió y se fue de lleno buscando la igualdad. Que no tardó en llegar, porque un tiro fuerte de Moreno se le coló por debajo a Bustos. Después, todo siguió como se esperaba. Hispano haciéndose dueño de la bocha y Unión replicando con la contra. Y también con las protestas a flor de piel. Un cuadro constante en el hockey actual. Eso sí, con un admirable juego limpio. Tanto que ambos no llegaban a las seis faltas cuando se fueron al descanso. Por ahí Hispano estuvo más cerca, de no haber sido que el Pelado Pérez no estrellara un fuerte tiro en uno de los palos. En el complemento, Unión se mostró más metido en el armado de su juego. Ya, como en el último segmento del primer tiempo, con Albarracín en la cancha, el chico que fue héroe la noche anterior ante Sarmiento y que le mete polenta a todo lo que toca. Hasta que a los 7’ Soria sacó a todos de la paridad. Es que el jugador símbolo de los hispánicos sacó un tiro fuerte que se le coló en el ángulo derecho al arquero Miguel. Los nervios empezaron a dominar la escena, pero Unión tuvo el premio a su esfuerzo a los 11’, cuando el pibe de oro, Albarracín, emparejó el tablero con un tiro raro que se coló a Bustos. El final fue digno de una película. Iban y venían sin solución de continuidad. Hasta que Albarracín se metió en el área y lo bajaron. Claro penal para Unión. Goransky ejecutó la pena y la clavó en un ángulo. Apenas quedaban 21 segundos. Hispano hizo todo para empatar. Inclusive hasta sacó a su arquero y mandó otro jugador de campo. Soria metió un estiletazo que salió apenas desviado. Pero el reloj dijo basta. Y ahí empezó el festejo de Unión, que se metió en la final del torneo.
