Por primera vez en su historia, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) contrató a una empresa aseguradora para brindar una cobertura para casos de accidentes o siniestros en los que puedan estar involucrados los alumnos de la casa de estudios, que son unos 20.000, contando a los que asisten a las cinco facultades y a los tres institutos preuniversitarios. Hasta ahora, ante cualquier hecho desgraciado en el que pudieran estar involucrados los estudiantes, era la institución la que debía hacer frente a los gastos con su propio presupuesto.
En la sesión del Consejo Superior del jueves de la semana pasada, que presidió el rector Oscar Nasisi, se aprobó la incorporación en el presupuesto de la institución de una partida para pagar el seguro que cubre a todos los alumnos por todo el año. La medida le significa a la casa de altos estudios un desembolso de 800.000 pesos anuales, según explicó el funcionario.
Para contratar el seguro, la UNSJ llamó a una licitación de acuerdo a las normas administrativas que rigen en las dependencias del Estado nacional. La secretaria administrativo financiera de la institución educativa, María del Carmen Zorrilla, contó que la propuesta de la Allianz resultó ganadora. Se trata del mayor grupo asegurador europeo y uno de los proveedores de servicios financieros más importante en el mundo.
El servicio se cobertura para los estudiantes tiene vigencia desde el momento mismo en que se aprobó el financiamiento y consiste en hacer frente a cualquier tipo de accidentes o siniestros en el que se puedan ver afectados los chicos. Por ejemplo, incendios, explosiones, descargas eléctricas, escapes de gas o un sismo. Y la cobertura es hasta de 2 millones de pesos por evento; es decir, por ejemplo, por accidente, en el que se puedan verse lesionados uno o más alumnos.
El seguro, similar al que tiene los alumnos de la provincia (ver recuadro), responderá por cualquier hecho ocurrido en dependencia de la Universidad y en las escuelas secundarias que dependen de ella, es decir la Industrial, de Comercio y Central Universitario, como así también en el trayecto habitual de los chicos hasta su casa. Y también servirá para los casos de viajes por razones de estudios.
En ese sentido, durante la reunión del Consejo Superior se explicó que las empresas, como en el caso de las mineras, exigen que los alumnos tengan la cobertura de una compañía aseguradora para dejarlos ingresar. Y por eso, en los casos de viajes de estudios, los padres debían recurrir a contratar pólizas por períodos determinados para sus hijos ante el riesgo de sufrir cualquier eventualidad. A partir de ahora no hará falta, porque los estudiantes ya están asegurados por la misma casa de altos estudios a la que asisten.
Si bien para la UNSJ significa una nueva erogación presupuestaria, a la larga puede implicar un significativo ahorro. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Ricardo Coca, puso un ejemplo concreto. Explicó que en el caso de que un ventilador cayera sobre un estudiante en el aula, no había un seguro para cubrir el accidente y por eso los gastos los debía afrontar la Universidad con sus propios recursos.
Entre las consecuencias de la falta de seguro, la UNSJ tiene una demanda civil iniciada por los familiares de un alumno fallecido en la Facultad de Ingeniería por una descarga eléctrica.
EN JUICIO
La víctima de aquella tragedia fue Fernando Ernesto Reynoso Fernández. Era un joven que murió por un shock eléctrico mientras realizaba una práctica en la Facultad de Ingeniería, donde cursaba. Por este caso se inició primero una causa en el Quinto Juzgado Correccional a cargo del juez Juan Carlos Caballero, pero que se declaró incompetente y el proceso pasó a la Justicia Federal porque la muerte ocurrió en un ámbito con jurisdicción nacional. Pero además de la investigación penal, que está en manos del juez Leopoldo Rago Gallo, la familia Reynoso presentó una demanda en el fuero Civil que se tramita en la Secretaría Nro 2, a cargo de Víctor Guzzo, que depende del Juzgado Federal Nro 1, a cargo del magistrado Miguel Gálvez.
Se trata de un pedido de resarcimiento económico que, de acuerdo a lo que dijo el abogado Leopoldo Fachinelli, que patrocina a la familia del estudiante fallecido, es por la suma de 10 millones de pesos.
