Distintas campanas suenan en el ámbito universitario sanjuanino en relación a la aceptación o rechazo de los fondos que provienen de las regalías mineras del yacimiento catamarqueño Aguas de Dionisio. Por un lado, se encuentran aquellos que defienden la actividad y pretenden que los fondos sean reinvertidos en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). En la otra esquina del ring, se encuentran quienes pretenden devolver estos fondos porque aluden que el yacimiento del cual provienen produce contaminación ambiental.
“Cuando se analizan las opiniones que critican la minería y el uso de estos fondos mineros, se puede observar que son criticas apasionadas teñidas de una fuerte ideología o ignorancia del tema, incluso por la suma de ambas”, expresó Cristian Wetten, profesor Titular de la Cátedra de Hidrogeología de la UNSJ.
La mina catamarqueña Bajo de La Lumbrera junto al yacimiento Aguas de Dionisio fueron estructuradas bajo la labor de la Universidad de Tucumán. Por su parte, la Universidad Nacional de San Juan hace más de treinta años que realiza estudios y controles en el yacimiento del cual provienen los fondos a través de la cátedra de Ingeniería en Minas. “Que se diga sin fundamentos que el Yacimiento Aguas de Dionisio contamina es faltarle el respeto a mucha gente que conscientemente día a día trabaja en el monitoreo ambiental de las aguas y terrenos”, dijo Wetten.
Contra estas opiniones, el gremio Asociación de Docentes, Investigadores y Creadores de la Universidad Nacional de San Juan (Adicus) salió en defensa de la no utilización de los fondos provenientes de la actividad minera. El gremio pretende que el dinero congelado en una cuenta de la universidad sea totalmente devuelto. “Nuestro gremio tiene información de que el yacimiento Aguas de Dionisio contamina. El pueblo de Santa María, cercano a este yacimiento, se ha visto completamente afectado por la escasez y contaminación del agua, producto de la explotación minera”, expresó Raúl Furlán, secretario General de Adicus. La opinión general de dicho gremio se basa en que la solución ante las deficiencias del presupuesto universitario no debe buscarse en la actividad minera, sino en el Congreso de la Nación, “donde corresponde aumentar el presupuesto”, expresó Furlán.
El gremio que constantemente se expide en contra de la utilización de los fondos mineros a través de su página web o comunicados de prensa, alega que la información que poseen sobre la contaminación del yacimiento proviene de “personas que han recorrido el lugar”. También de los trabajos de investigación realizados por la doctora Juliet Renault, quien trabaja para la organización ambientalista que lidera el reconocido premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. “Otra fuente de información fue el programa La Liga y una película que han realizado dos alumnos de la Universidad de Catamarca, la cual estamos tratando de conseguir para mostrarla en nuestra universidad”, expresó Furlán.
El rector de la Universidad Nacional de San Juan, Benjamín Kuchen, había expresado anteriormente en entrevista con CUYOMINERO que la decisión final de la utilización de los fondos la tiene el Consejo Superior, sin embargo aclaró que a su entender “la aceptación no limitaría la autonomía decisoria y de investigación de la universidad”.
Los fondos mineros que se distribuyeron en las universidades y sembraron la discusión en todo el país representan la primera suma de dinero proveniente de la actividad minera, que no tiene una finalidad preestablecida ni exigencia de rendición de cuentas. “Es la primera vez que desde esta industria se distribuye fondos fuera de los convenios de estudios y trabajos para que las universidades lo utilicen en lo que deseen. Sin exigirles nada. Pero en vez de festejar y pensar en que podemos utilizarlos para mejorar la universidad, se hace problema y se pide que se devuelvan”, comentó Wetten.
Las diferentes opiniones sobre el tema serán escuchadas cuando el Consejo Superior decida finalmente la aceptación o rechazo de los fondos mineros, aunque todavía no hay fecha establecida para la reunión.
Voces internas