Desde hace tan sólo quince días el Aeropuerto de Santiago en Chile, cuenta con una innovación para recibir a sus visitantes: Placas de cobre fueron colocadas en 78 cabinas de control migratorio con el fin de inmunizarlo ante la incidencia de virus y bacterias; una acción clave para un sector en el que obligatoriamente circulan más de seis millones de pasajeros al año.

La iniciativa se concretó por la acción conjunta entre el Centro Chileno de Promoción del Cobre, Procobre (ICA Chile), la Policía de Investigaciones (PDI), representantes de la industria del cobre e instituciones vinculadas al transporte aéreo; todo en el marco del proyecto “Cobre: una puerta limpia para Chile”. “Para lograr este proyecto fue fundamental el apoyo de la PDI de Chile, institución encargada de los procesos migratorios. Sus autoridades valoraron la propuesta de Procobre y también dimensionaron su tremendo impacto, transformándose en la primera policía en el mundo en desarrollar una instancia de estas características de bioseguridad”, explicó Marcos Sepúlveda, Director Ejecutivo Procobre Chile, en diálogo vía e-mail con CUYO MINERO.

Muchas fueron las notas que en este suplemento se publicaron respecto de las propiedades antimicrobianas del cobre. Este caso en particular no es un ejemplo menor, sobre todo si se tiene en cuenta que el Cobre Antimicrobial Cu +, es el único metal con características de agente antimicrobiano que inhibe la existencia y proliferación de hasta 99,9% de virus y bacterias en superficies de contacto.

Según Sepúlveda, en el caso del aeropuerto de Santiago, Maestranza Cantele (empresa certificada con el sello “Antimicrobial Copper Cu+”) utilizó placas con 99% de cobre que fueron diseñadas para cubrir áreas estratégicas donde se produce la interacción entre el pasajero y el funcionario policial al mostrar el pasaporte. Éstas se moldearon de tal forma que se acomodaran al diseño de las cabinas y tienen un grosor de 15 milímetros para garantizar que no sufrirán deformaciones producidas por golpes o el uso de timbres. “Una de las ventajas del cobre es que puede mezclarse con otro metales y crear aleaciones que son maleables, permitiendo una gran variedad de usos y además tienen muchas opciones estéticas que permiten incorporarlas fácilmente en muebles y otros elementos”, agregó la fuente.

Lo interesante de este proyecto es cómo la iniciativa contribuye a la construcción de la imagen de Chile como país cuprífero. De acuerdo a Sepúlveda y según datos proporcionados por la Policía de Investigaciones, la percepción y evaluación de los pasajeros de diversos países ha sido sumamente positiva, en particular porque ven una iniciativa que vela por su seguridad. Asimismo la acción les permitió tomar conciencia del riesgo que existe de contraer infecciones por tocar una superficie que puede estar contaminada debido al paso de miles de personas cada día.