Se llama Walter Gentile y el municipio de Ullum lo denunció por dos motivos: usurpar una de las ocho cabañas semiterminadas que están en Playa Hermosa (la única gratuita de Ullum) y, además, tomarse la atribución de cobrar una "colaboración" a todos los que acceden a esa playa con el argumento de que junta recursos para el mantenimiento y limpieza del lugar. Por eso, fue intimado judicialmente a abandonar el lugar hace cinco meses, pero aún la sentencia no se hizo cumplir. Entonces Gentile, junto a dos familias que también usurpan sendas cabañas del mismo lugar, continúa allí. Y sigue cobrando entrada.

La casa muestra todas las señales de estar habitada: ropa tendida en una soga, una pequeña huerta casera bien cuidada adelante, una heladera enchufada y un lavarropas andando que ven desde la calle, y hasta un cartel en la entrada al complejo que dice "Casa de Amistad" junto al número de celular de Gentile y un gran basurero para que los que pasan tiren ahí sus residuos.

Pero el denunciado ayer no estaba. El que sí estaba y dio detalles es su vecino Gabriel, un mendocino vendedor de artesanías que usurpó hace poco otra de las cabañas del complejo junto a su mujer y una bebé de 1 año. Gabriel confirmó que Gentile cobra a los que pasan por ahí, pero dijo que se trata de una colaboración para cuidar la limpieza del lugar, para traer bañeros en verano y para el boyado. "Los que quieren le dejan algo y otros no le dan nada", dijo.

Pero el intendente de Ullum, Alfredo Ortiz, aseguró que se trata de un engaño, ya que es la Municipalidad la que se encarga del mantenimiento, los bañeros y boyado para la temporada de verano y el riego de la calle que lleva a la playa. Además, el intendente sostuvo que esa "colaboración" hasta tiene un monto que va entre los 15 y 20 pesos por vehículo, y que, para empeorar las cosas, Gentile "siempre está llevando amigos para usurpar las otras cabañas del lugar".

Por ese motivo, la denuncia del municipio contra Gentile fue doble: por ocupación indebida del espacio público, ya que ese terreno y las ocho cabañas que hay ahí son propiedad del municipio; y por cobrar un ingreso, que es una actividad no permitida ni autorizada por el municipio.

Lo que llevó a realizar ambas denuncias fueron las quejas de los que visitan la playa. Esos reclamos comenzaron en diciembre del año pasado y aumentaron este año a partir del resurgimiento de la antigua bodega Las Lomas. Su edificio de principios del siglo XX estaba sumergido en el lecho del Dique de Ullum desde los ’80 y quedó expuesto nuevamente hace unos meses, al bajar el nivel del agua por el llenado del dique Caracoles. Desde entonces, las visitas aumentaron y hasta se comenzó a hacer circuitos turísticos gratuitos. "La gente que viene a visitar el lugar llega hasta el municipio para quejarse porque dicen que tenían entendido que no se pagaba nada para entrar, y resulta que cuando llegan les quieren cobrar", comentó el intendente.

La denuncia municipal se hizo en diciembre pasado. En febrero de este año, la jueza de Paz de Ullum, Beatriz Gallo Uribe, resolvió intimar a Gentile a desocupar el terreno en 7 días. "Si en esos 7 días, después de notificada la sentencia, no desocupaba, tenía que pagar una multa de 1.000 pesos, y si no lo hacía podía ser arrestado", explicó Ortiz con el documento en mano. Pero luego, la causa fue derivada a Zonda "por problemas personales de la jueza y el denunciado", dijo el funcionario. Ayer esta versión no pudo ser corroborada por la jueza, ya que no estaba trabajando.

Ahora lo que esperan desde el municipio para actuar es que termine la feria judicial para que determinen los pasos que deben seguir. Mientras tanto, el intendente afirma que van a hacer lo que les faculte la ley y, si los habilitan a pedir un refuerzo policial para desalojar a Gentile, lo van a hacer "porque se ha convertido en un problema social y turístico". Tampoco descartó acudir también a una denuncia penal.

El problema de la usurpación en ese lugar no es nuevo. El mismo Gentile lleva más de un año allí. Su vecino Gabriel llegó hace unas semanas. Y la tercera familia que habita ahora otra de las ocho casas lleva varios meses. Según el intendente, fueron invitados por el mismo Gentile. Contó que antes hubo también otra gente viviendo ahí. "A ellos el intendente anterior les prestó el lugar hasta que les entregaran las casas del IPV. Ellos se fueron en noviembre de 2007", comentó Ortiz, quien agregó que tiene la intención de concesionar el lugar para que lo refaccionen y administren. "Pero para eso tenemos que desocuparlo", sentenció.